Opinión

Ayuso le enseña a Sánchez cómo crecer más con menos impuestos

Que la Comunidad de Madrid sea por quinto año consecutivo líder del Índice Autonómico de Competitividad Fiscal merece una reflexión, porque los datos contenidos en el informe echan por tierra la demagogia del Gobierno de Pedro Sánchez.

No es verdad, sino una falacia descomunal, que en Madrid los impuestos favorezcan a los ricos en detrimento de los menos favorecidos, porque en la comunidad que preside Isabel Díaz Ayuso los contribuyentes con menos ingresos pagan menos que en cualquier otro territorio. Por cierto, los catalanes pagan el doble de impuestos autonómicos y están a la cabeza en carga fiscal.

Otro aspecto significativo es que las comunidades donde gobierna el PSOE -Asturias y Castilla-La Mancha- descienden en la clasificación, mientras que aquellos territorios donde el PP ha recuperado el poder en detrimento del PSOE experimentan una notable recuperación, como Extremadura, que pasa en un sólo ejercicio de la decimoquinta a la séptima posición, o La Rioja, que también adelanta dos posiciones respecto a 2023, situándose en el octavo puesto. Sólo Aragón se aparta de esta línea, algo que debería llevar al Gobierno del popular Jorge Azcón a una profunda reflexión.

En cualquier caso, el ejemplo de Madrid sirve para acabar con la falacia socialcomunista: se puede crecer y ser más solidario que cualquier otro territorio con una menor carga fiscal. Es decir, el progreso y el crecimiento económico no se consigue cosiendo a los ciudadanos a impuestos. Todo lo contrario.

Madrid, pues, ha logrado desmontar la gigantesca mentira urdida por Pedro Sánchez: no es cierto que quienes menos ingresos tienen paguen más en la comunidad presidida por Ayuso. Al contrario, no hay un sólo territorio en el que paguen menos. Y si ponemos como ejemplo a Asturias o Castilla-La Mancha, donde gobierna el PSOE, que les pregunten a quienes menos ingresan en esos territorios si les gustaría pagar lo que pagan en Madrid. La respuesta sería unánime: sí. Por algo será.