Se buscan 100 millones de euros para multiplicar por cinco las plantas de biometano en España

La búsqueda de la independencia energética de los países para la producción de nuevas formas de producción de energía cien por cien sostenibles tal y como confirma la última apuesta por el biometano de MAPFRE.

En el nuevo panorama energético despunta la búsqueda de financiación para invertir en biocombustibles como una de las alternativas nacionales.

El biometano, un combustible íntegramente verde que se obtiene a partir de residuos de origen animal y vegetal, se puede inyectar directamente a la red de gas natural para generar energía eléctrica a través de motores.

20 plantas en cinco años

Para poder accionar esta palanca energética, la compañía MAPFRE, junto a su socio Abante e IAM Carbonzero, como asesor del fondo y empresa especializada en el sector energético, han lanzado el fondo MAPFRE Energías Renovables II, FCR. Con este paso se activará el primer producto de inversión de biometano de Europa.

Con este fondo especifico de biometano, MAPFRE pretende dar entrada a otros inversores institucionales y a clientes de banca privada, con la aspiración de captar hasta 100 millones de euros, en una primera fase, para destinarlos a la construcción y desarrollo de entre 20 y 25 plantas en España en un periodo de cinco años.

El objetivo es multiplicar por cinco la capacidad instalada de biometano en el territorio español que generará un total de 70 puestos fijos y 240 puestos indirectos de trabajo.

Inversiones responsables

Para José Luis Jiménez, director general de inversiones de MAPFRE, se trata de «un compromiso con las inversiones socialmente responsables, dado que perseguimos mitigar el impacto ambiental de nuestra cartera a la vez que mejoramos las condiciones sociales y medioambientales de las comunidades donde invertimos».

La iniciativa también servirá para generar un impacto positivo la sociedad y el medio rural a través de la agricultura y la ganadería.

En concreto, este proyecto tiene como objetivo trabajar en varios ejes definidos, como la descarbonización del planeta, la crisis energética, así como en la alta dependencia de la importación de gas natural del exterior.

Gas respetuoso con el medioambiente

Una de las ventajas más destacables de este biogás es su carácter renovable, a diferencia del gas de origen fósil, se trata de un recurso mucho más respetuoso con el medioambiente.

Cien por cien renovable, se produce a partir de la descomposición de restos orgánicos (residuos agrícolas, ganaderos, domésticos e industriales, lodos de depuradoras, etc.) mediante un proceso anaeróbico, sin oxígeno.

De este modo se inicia el segundo proyecto de energías renovables de la aseguradora, dentro de su apuesta por los activos alternativos y, en particular, por las inversiones ESG.

Compromiso ESG

Mapfre incrementó su apuesta por los activos alternativos en 2018 con los mejores socios del mercado y siempre con un fuerte componente ESG. Además de en el sector de las energías renovables, ha promovido fondos inmobiliarios, de infraestructuras, capital privado y deuda privada.

En total, cuenta con compromisos que alcanzan los 1.350 millones de euros, que le ayudan a diversificar una cartera de inversión que supera los 41.000 millones de euros.

Este tipo de inversiones realizadas por Mapfre en el sector del biometano,  son un modelo que satisface las demandas en inversiones y adquisiciones más sostenibles y contribuyendo así a la transformación de la sociedad hacia un modelo de desarrollo más responsable.

Alianza con Iberdrola

Hace dos años Mapfre firmó una alianza con Iberdrola para invertir en plantas eólicas y fotovoltaicas en España y que el mes pasado llevaron al siguiente nivel con la incorporación de 150 nuevos megavatios (MW), con lo que la sociedad conjunta alcanza los 445 MW.

Los 150 MW nuevos se corresponden con parques fotovoltaicos operativos -Almaraz, Olmedilla y Romeral, con 50 MW cada uno-, situados en Castilla la Mancha y Extremadura. Estas plantas se suman a los 295 MW eólicos ya incorporados en 2021 repartidos entre Burgos, Almería, Málaga, Sevilla, Soria y Tarragona.

Con esta operación, se incrementó la inversión conjunta en energías renovables entre dos compañías líderes, mientras que se diversifica la cartera con nuevos activos solares fotovoltaicos. Gracias a la inclusión de estos nuevos activos, Iberdrola se convierte en el accionista mayoritario, con un 51% de la sociedad, mientras que Mapfre se consolida con el 49% restante.