Extraen del fondo marino de Calpe una red de pesca abandonada de más de un kilómetro de longitud
La Generalidad Valenciana y la Fundación Oceanogràfic han participado en su completa retirada
Se trata de una red localizada en una zona de alto valor ecológico del Parque Natural de la Serra Gelada
Un equipo de buceadores profesionales integrado por técnicos de la Fundación Oceanogràfic y del Equipo de Guardacostas de espacios naturales Protegidos de la Comunidad Valenciana, han participado en la retirada completa de una red de pesca abandonada de más de un kilómetro de longitud.
La red fue localizada hace casi dos meses en el fondo marino del Mascarat, en Calpe, dentro de una zona de especial protección del Parque Natural de Serra Gelada.
El operativo de extracción ha sido posible gracias a la colaboración activa de la Dirección General de Pesca de la Consejería de Agricultura, Agua, Ganadería y Pesca, la Consejería de Medio Ambiente, Infraestructuras y Territorio y de los pescadores del puerto de Altea.
A 20 metros de profundidad
La red fue detectada durante la primera semana de mayo por dos pescadores recreativos submarinos, quienes alertaron tanto a la Fundación Oceanogràfic como al Equipo de Guardacostas del Parque Natural de la Serra Gelada.
El aparejo, calado a unos 20 metros de profundidad y a escasa distancia de la costa, suponía un riesgo para el ecosistema marino de la zona y para los usuarios de actividades subacuáticas que frecuentan la zona, dado que no presentaba elementos de señalización.
Evaluación de fauna afectada
Tras el aviso, técnicos de la Fundación Oceanogràfic y del Equipo de Guardacostas se desplazaron a la zona para realizar una inspección detallada, evaluar la fauna afectada y planificar un protocolo de retirada en condiciones de seguridad.
Posteriormente, se comunicó formalmente el hallazgo a la Generalidad Valenciana, a través de sus consejerías, que son la autoridad competente en este tipo de actuaciones.
Operación compleja
El pasado 6 de junio, y tras coordinar los medios necesarios, se procedió a la retirada de la red con el apoyo de embarcaciones y personal técnico de la cofradía de pescadores de Altea.
La complejidad de la operación requirió una intervención precisa para minimizar el impacto sobre el entorno marino y garantizar la extracción completa del aparejo.
La extracción de las redes estuvo controlada y supervisada en todo momento por el Servicio de Inspección Pesquera de la Consejería de Agricultura, Agua, Ganadería y Pesca.
Especies afectadas
Durante los trabajos se documentaron más de 15 especies de fauna marina afectadas por la red, algunas de ellas incluidas en la Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), como el corvallo (Sciaena umbra), el dentón (Dentex dentex), la gorgonia amarilla (Leptogorgia sarmentosa) y la raya águila (Myliobatis aquila). Esta elevada biodiversidad pone de manifiesto la sensibilidad ecológica del área y la necesidad de preservar sus hábitats.
Aunque este tipo de aparejos pueden perderse accidentalmente durante las actividades pesqueras, su presencia prolongada en el fondo marino puede ocasionar graves daños a la biodiversidad y alterar el equilibrio de los ecosistemas.
Detección y retirada
Esta actuación, fruto de la cooperación entre administración, pescadores, ciudadanía y entidades científicas, pone de relieve la eficacia de las redes de alerta y respuesta rápida ante amenazas al medio marino.
Desde la Fundación Oceanogràfic afirman que «se continuará impulsando acciones conjuntas con la Generalitat Valenciana para detectar, retirar y prevenir la acumulación de artes de pesca perdidos, en el marco del compromiso con la conservación del Mediterráneo y sus especies más vulnerables».
Pero hablamos de una situación ya conocida en el pasado. En febrero de este mismo año, un operativo conjunto liderado por la Fundación Oceanogràfic y la Consejería de Medio Ambiente de la Generalitat Valencia ha permitido retirar un total de 750 kilos de residuos del fondo marino de la Zona de Especial Protección del islote de Benidorm, en el Parque Natural de la Serra Gelada y su entorno litoral.
Redes fantasma
Según Greenpeace, las redes de pesca abandonadas son la mayor contaminación plástica que existe en el mar. Más de 640.000 toneladas de artes de pesca suelen desecharse en el mar cada año. Esto es el mismo peso que tendrían 55.000 buses de dos pisos.
Estas mallas de pesca también se conocen como redes fantasma. La FAO especifica que son redes que han sido extraviadas o abandonadas en el océano. Los artilugios de pesca que se encuentran a la deriva en el agua continúan cumpliendo su función original al capturar y causar la muerte de peces durante extensos periodos de tiempo.
La mayoría de las redes de pesca utilizan fibras sintéticas a base de compuestos de petróleo y permanecen en el mar sin degradarse al desecharse o perderse, pero también son una fuente de contaminación por microplásticos.
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