Emilio Froján sobre el Moves III: «Duele la desconsideración e indiferencia de los gobernantes»

El CEO de Velca expresa su descontento por la prórroga del plan de ayudas a los vehículos eléctricos Moves III

  • Antonio Quilis Sanz
  • Periodista especializado en información medioambiental desde hace más de 20 años y ahora responsable de OKGREEN en OKDIARIO. Antiguo director de El Mundo Ecológico y colaborador en temas de medioambiente, ecología y sostenibilidad en Cadena Ser.

Emilio Froján, CEO de Velca, la compañía española de bicicletas y motos eléctricas, habla sobre la recién anunciada prórroga del plan Moves III por el Gobierno.

La compañía emitió un comunicado en el que califica que la nueva prórroga del Moves III, aprobada en Consejo de Ministros, como un «parche al no recoger modificaciones en su diseño que conviertan las ayudas en directas e inmediatas».

Trabajar en el Moves IV

Ante esta nueva prórroga, Velca pide de nuevo al Ejecutivo que se comiencen los preparativos para desplegar un MOVES IV para 2025 que sea capaz de dar solución a las ineficiencias que han ido apareciendo en el MOVES actual para con las motos eléctricas.

En concreto, entre las modificaciones solicitan cambiar el modelo por el exceso de burocracia, una gestión heterogénea por comunidades autónomas, son excluyentes -si se compra moto ya no valen para coche y viceversa- tributables, obligando al usuario a adelantar un dinero que todavía no ha recibido y elevando en ocasiones el tramo de ingresos por el que hay que declarar.

«No entiendo nada de política»

Froján se siente decepcionado y asegura, por este motivo, que «no entiendo nada de política», señalando que «lo que más duele es la desconsideración e indiferencia de los gobernantes».

En una larga reflexión, expuesta en redes sociales, el Emilio Froján expresa que «fabricantes, distribuidores y ciudadanos llevamos años sufriendo los perjuicios de estas ayudas».

Decepcionante

Reproducimos íntegramente las palabras de Emilio Froján por su interés y por ser una fiel foto fija del sector del vehículo eléctrico y, en concreto, de las motos eléctricas.

«Definitivamente, no entiendo nada de política. Algo tengo que estar perdiéndome para que lo perceptible como natural, obvio y de sentido común se aloje al margen del desarrollo de aquellos programas que supuestamente pretenden impulsar la competitividad.

Se aprobó la prórroga del programa de ayudas Moves III -el plan que incentiva la compra de vehículos eléctricos-. Quien no siga la actualidad de la automoción puede pensar que es una buena noticia, pero es totalmente decepcionante.

Imitar a Portugal

Fabricantes, distribuidores y ciudadanos llevamos años sufriendo los perjuicios de estas ayudas. Hemos enviado en repetidas ocasiones a todos los grupos parlamentarios planes de mejoras para acelerar la transición al vehículo eléctrico. Ni caso. Todo sigue igual de mal y seguimos haciendo lo mismo.

No voy a pedir que nos comparemos con los países nórdicos dónde el coche eléctrico tiene una cuota de mercado de casi el 50%, pero al menos podríamos compararnos con Portugal (18,2%) o Francia (16,8%). Nosotros estamos en el 4,5%… a la cola de Europa.

En el caso de las motos eléctricas, la dinámica es todavía más grave. En lo que va de 2024, las matriculaciones de motos eléctricas han caído un 38,2% y la de los ciclomotores eléctricos han descendido un 63,3%.

Las motos eléctricas contribuyen a reducir considerablemente las emisiones de CO2 en las ciudades

Un programa que no funciona

Un retroceso preocupante, ya que la moto eléctrica ha pasado de tener una cuota de mercado del 11,8% en 2020 al 4,7% en 2024. ¿Qué más pruebas se necesitan para demostrar que este programa no funciona?

Llevamos al menos 3 años solicitando dos propuestas. Algo muy simple y que existe en aquellos países con penetraciones de mercado decorosas: Reducir el IVA – ya sabemos que no podemos aspirar a ser Noruega- o simplemente que la ayuda se efectúe en el momento de la compra sin que tenga que pasar por el circuito burocrático, generando trabajo, tensiones, ineficiencias e incertidumbre a distribuidores y compradores.

Las subvenciones a compra generan incomodidades en el mercado, incorporando un eslabón más de operaciones y tareas a la función de la venta que no genera margen -sólo gasto y preocupaciones- al distribuidor.

Tardanza en las ayudas

¿Y quién quiere usar cosas incómodas? Si la ayuda fuese directa nos ahorraríamos además todas las unidades operacionales de cada comunidad autónoma con funcionarios que tramitan las instancias del MOVES que, además de engordar la estructura de costes del Estado, generan pérdidas de tiempo y poder adquisitivo para los compradores que tenemos que esperar más de 12 meses en recibir la ayuda.

En fin, lo que más duele de esto más allá de las consecuencias es la sensación de desconsideración e indiferencia de los gobernantes para con Fabricantes, distribuidores, emprendedores y clientes».