Naturaleza
Medusas invasoras

Increíble pero cierto: medusas invasoras acceden a una central nuclear francesa y obligan a parar sus reactores

  • Ana López Vera
  • Máster en Periodismo Deportivo. Pasé por medios como Diario AS y ABC de Sevilla. También colaboré con la Real Federación de Fútbol Andaluza.

Un enjambre masivo de medusas ha logrado detener temporalmente la producción de energía en una de las infraestructuras nucleares más importantes de Europa.

Lo que podría parecer un problema menor en la costa se convirtió en un obstáculo inesperado para la maquinaria de alta tecnología que garantiza el suministro eléctrico a millones de personas.

Medusas invasoras obligan a detener reactores en la central nuclear de Gravelines

La central nuclear de Gravelines, ubicada en el norte de Francia cerca de la frontera con Bélgica, tuvo que desconectar el pasado mes de agosto cuatro de sus seis reactores debido a la obstrucción provocada por medusas en los sistemas de filtración de agua utilizados para la refrigeración.

Según informó la empresa operadora EDF, tres reactores se apagaron automáticamente y un cuarto se desconectó al día siguiente, mientras que los otros dos ya estaban en mantenimiento. Esto dejó fuera de servicio a la totalidad del complejo de manera temporal.

Pese a lo aparatoso del evento, EDF aseguró que no hubo riesgo alguno para la seguridad de los trabajadores ni para el entorno. Los técnicos iniciaron de inmediato las labores de limpieza y revisión de los filtros con el objetivo de reactivar las unidades «con total seguridad» en los próximos días.

La central nuclear de Gravelines, un gigante energético vulnerable al mar

La planta de Gravelines es considerada la mayor central nuclear de Europa occidental, con seis reactores de 900 megavatios cada uno que, en conjunto, generan 5,4 gigavatios de potencia.

El complejo, que en 2040 prevé incorporar dos nuevos reactores EPR2 de última generación, depende directamente del mar del Norte para la refrigeración de sus sistemas, lo que la convierte en un punto sensible ante fenómenos marinos imprevistos.

Lo sucedido demuestra que, pese a los altos estándares de seguridad nuclear, la interacción entre los ecosistemas y las infraestructuras humanas puede tener consecuencias disruptivas incluso sin mediar un fallo técnico o humano.

El calentamiento global y las medusas invasoras amenazan la energía nuclear

El aumento de la temperatura del agua asociado al cambio climático se perfila como uno de los factores que favorecen la proliferación de medusas en la zona. Estas especies gelatinosas tienden a reproducirse con mayor rapidez en ambientes cálidos, y las costas cercanas a Gravelines han reportado un incremento en su presencia en los últimos años.

A ello se suma el problema de las especies invasoras. Según explicó Derek Wright, consultor de biología marina de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA) en declaraciones recogidas por Público, algunas especies viajan accidentalmente en buques cisterna y se instalan en ecosistemas donde no existían previamente.

Un ejemplo es la medusa luna asiática, originaria del noroeste del Pacífico, detectada en el mar del Norte en 2020. Esta especie ya ha causado interrupciones en centrales nucleares de Asia y se alimenta en aguas ricas en plancton, como las de la costa francesa.

El incidente ha reavivado el debate sobre las consecuencias indirectas de la energía nuclear. Aunque no genera emisiones de gases de efecto invernadero en su operación, sus sistemas de enfriamiento pueden alterar la temperatura del mar, creando un círculo que favorece precisamente a especies como las medusas.