5 razones por las que merece la pena comprar un coche eléctrico

¿Merece la pena comprar un coche eléctrico hoy en día? Son muchas las dudas que se presentan ante el cliente que se planeta una operación de este estilo, que en España son el 57% según los datos que maneja Rastreator. No obstante, existen barreras como el precio o la falta de infraestructuras que aún nos echan para atrás, por no hablar de una autonomía que para muchos sigue siendo insuficiente.

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Sin embargo, ¿cuándo empieza a ser rentable comprar un coche eléctrico? Según el informe presentado por Rastreator en el IV Estudio de Comparación Online hacia el Ahorro Inteligente, tendremos que recorrer un mínimo de 15.000 kilómetros al año para que así sea. Para convencerte de ello, vamos a repasar las 5 razones más importantes que hacen de la compra de un eléctrico algo interesante:

El gasto en combustible

Un coche eléctrico no requiere, obviamente, combustible, pero sí una recarga a la red que tiene un coste. Éste puede ser de 1,20 euros cada 100 kilómetros si utilizamos como referencia la tarifa nocturna, mientras que un coche de combustión requiere no menos de 5 euros por la misma distancia.

La autonomía ya no es tanto problema

La autonomía de los vehículos eléctricos actuales está aumentando hasta el punto de que hacer vida con ellos ya no supone un problema. Y ojo, porque no dentro de mucho también será posible afrontar viajes largos con la mayoría de ellos.

El tiempo de recarga no es un problema

Prácticamente todos los coches eléctricos ofrecen la posibilidad de una recarga rápida de sus baterías que nos permitirá disfrutar del 80% de su capacidad como mínimo en unos 30 o 40 minutos.

Un menor mantenimiento para el coche eléctrico

El mantenimiento que requiere un coche eléctrico es menor que el de un coche convencional, ya que tiene un 60% menos de piezas. Según afirma Audatex, mantener un coche de combustión puede ser hasta un 56% más caro que uno movido por electricidad.

La contaminación

Un coche eléctrico no contamina tanto como uno de combustión, ayudando a mejorar la calidad del aire que respiramos. Además, estos vehículos se benefician de no tener que cumplir las restricciones anti contaminación presentes en muchas grandes urbes.