Probamos el Subaru BRZ, conducción en estado puro por un precio asequible

En una época donde lo que manda es ser eficiente con las múltiples tecnologías alternativas que están desarrollando los diferentes fabricantes de coches, es un auténtico gustazo ponerse al volante de un vehículo donde prima la emoción. Estaréis de acuerdo conmigo todos aquellos que tenéis el mundo de las cuatro ruedas como uno de vuestros mayores entretenimientos que son este tipo de coches los que realmente llenan. Puede que el Subaru BRZ del que vamos a hablar hoy no sea el deportivo más potente, ni el más lujoso, ni siquiera el más capaz de todos. Pero logra algo de lo que pocos pueden presumir, y es que se te dibuje una sonrisa en la cara cada vez que te sientas tras su volante. Y encima tiene un precio que la gran mayoría de todos os podéis permitir. Vamos con él.

Todo un espectáculo estético

El actual Subaru BRZ continúa apostando por el motor bóxer de 2 litros y 200 CV.

El Subaru BRZ es uno de esos coches que entra por los ojos, de esos que la gente mira cuando se cruzan con él por la calle. Su baja altura y su anguloso diseño forman una combinación que es muy complicado que no provoque en ti un sentimiento de atracción. Te gusten o no los coches deportivos, su agresiva mirada te cautiva. De hecho, personalmente es en sus dos extremos donde a mí más me gusta. Su rasgado frontal, con esas ópticas tan particulares, anuncia unas intenciones que se confirman en la zaga, donde el alerón, cuyas dimensiones son perfectas para este coche, y la doble salida de escape acaparan todo el protagonismo. En medio tenemos un perfil que fluye a la perfección, uniendo delantera y trasera de una forma elegante y deportiva. Quizás hubiese ofrecido como opción unas llantas más grandes que las de 17 pulgadas que trae, pero siendo sinceros es un nimio detalle que se olvida mientras más días pasas con el coche.

En cuanto al interior, se ha hecho un trabajo más que adecuado para mejorar la anterior versión del coche. En aquella, la consola central daba una sensación de antigüedad que ahora ha desaparecido con la pantalla táctil a todo color que ahora la preside. Ésta se mezcla con una serie de controles retro en una mezcla de lo más interesante. También destaca un cuadro de mandos que ofrece todo tipo de información de una manera clara y concisa, con detalles que nos recuerdan en todo momento que estamos conduciendo todo un deportivo. No obstante, esto será complicado que se nos olvide, sobre todo por la posición de conducción. Como debe ser un coche pensado por y para disfrutar al volante, ésta se encuentra muy pegada al suelo. Además, los asientos deportivos que ofrece Subaru son una auténtica delicia, tanto visual como ergonómica.

No se puede decir lo mismo de las dos plazas traseras, que tan solo servirán para algún traslado puntual en el que además te jugarás la amistad de quien las ocupe por el ínfimo espacio que ofrecen. Pero ojo, que nadie se queje de esto. Si apuestas por el BRZ, sabes lo que hay. Destaca, eso sí, un maletero de 243 litros más que aprovechables por su rectangular forma. Un par de maletas pequeñas, de las que nos dejan pasar como equipaje de mano en un avión, entran perfectamente, con lo que el BRZ también nos servirá para irnos de viaje con la pareja o con algún amigo.

El interior del Subaru BRZ ha dado un interesante salto de calidad respecto a la versión previa.

Deportivo en todos los aspectos

Que el Subaru BRZ es un vehículo deportivo ya nos ha quedado claro a todos. Pero es al conducirlo cuando te das realmente cuenta de las intenciones que tiene. Y es que, ¿cuántos coches con piel de lobo han resultado ser después corderitos adorables? No sucede eso con la máquina japonesa. Los primeros giros de volante te dejarán ver que tienes ante ti un coche cuya dirección es muy directa. Comprobarás con agrado la eficacia de esta solución especialmente en las carreteras viradas de montaña, donde conducir de una forma dinámica el BRZ se convierte en un auténtico vicio. Pocos coches con un tacto tan ‘racing’ existen en el mercado. Eso sí, Subaru ha hecho alguna concesión que otra en este aspecto en la suspensión, que hubiese admitido un tarado más duro y, por tanto más eficaz. Hubiese sido a costa de penalizar en exceso el confort en marcha, algo también necesario porque suponemos que también utilizarás el BRZ en tu día a día para labores que van más allá que el disfrute en la conducción.

Mención aparte merece el trabajo que se ha realizado con el sistema de frenado. Más allá de por su potencia, que la tiene, hablamos de un tacto del pedal central típico de un coche de competición. Notarás que su resistencia es mucho mayor que la media, pero enseguida comprobarás que una pisada firme por tu parte dejará paso a una capacidad de regulación muy agradable. De nuevo, Subaru acierta.

La propulsión trasera es una de las soluciones que aporta al Subaru BRZ distinción y dinamismo.

Otro de los puntos clave para que el comportamiento del Subaru BRZ merezca tantos elogios es que se siga apostando por la propulsión trasera. Sus 200 CV de potencia -luego hablaremos largo y tendido del motor- no provocarán muchos sustos, pero son más que suficientes como para que el propio acelerador nos ayude mucho a redondear las curvas, siempre y cuando apliquemos gas en el momento adecuado. Esto hace la conducción del BRZ muy fluida cuando de encarar curvas se trata. Además, la posibilidad de desconectar las ayudas electrónicas nos permitirá disfrutar de una conducción pura y dura, como antaño.

Como decíamos antes, todo esto que te hemos contado no es impedimento para que utilices tu Subaru BRZ en el día a día. Las concesiones a favor del confort que hemos comentado antes provocan que el deportivo japonés no sea insufrible ni en los viajes largos ni en la ciudad, donde por cierto la agilidad de su funcionamiento también nos dará muchas alegrías.

El motor, un aspecto diferenciador

El Subaru BRZ tiene en su motor otra de sus peculiaridades. De nuevo apuesta por un 2 litros de gasolina bóxer con 200 CV. Nada de turbos. Personalmente me gustan más los motores sobrealimentados, pero no puedo negar que este propulsor tiene encanto. De primeras, su ruido sorprende. A bajas vueltas, el traqueteo típico del bóxer no es especialmente estético, pero cuando el cuentavueltas empieza a subir la cosa cambia. Un sonido fino y agradable nos embriagará. Además, el motor se escucha bastante desde el interior del habitáculo, algo que los más ‘quemados’ agradecerán. ¿Y quién si no se iba a comprar este coche?

Como el resto del coche, el cuadro de mandos del Subaru BRZ tiene unos acabados muy deportivos.

Si queremos ver de lo que realmente es capaz el motor, no tendremos más remedio que apretarle a tope. Será entre las 4.500 y las 5.000 revoluciones por minuto cuando notemos un pequeño tirón extra que nos hará saber que hemos entrado en la zona donde la mecánica nos lo está dando todo. Y es ahí donde lo tenemos que mantener si queremos disfrutar de verdad.

Si os habéis informado acerca de este coche -o de su gemelo, el Toyota GT86-, habréis leído que el motor es ‘una madre’. No estoy de acuerdo. Es cierto que podría tener más rendimiento, o ser más bruto. Pero también lo es que si se hubiese optado por esta solución, el perfecto equilibrio del que goza el coche se hubiese visto afectado. El problema reside en un defecto que llevamos viendo desde el nacimiento del coche. Las relaciones del cambio son exageradamente largas, especialmente en las marchas más altas. Es cierto que hay que cuidar el consumo de cara a los viajes largos, pero se podría haber optado por unos cambios mucho más cortos que nos facilitasen el llegar a la zona ‘buena’ del motor. Dejad si queréis una marcha final más larga, pero comprimid las otras para que el disfrute que ofrezca el conjunto sea mayor. Es un coche pensado para ello, y debería apostarse por soluciones que lo apoyen. Ninguna crítica merece, eso sí, el tacto del cambio. Es metálico y directo, muy similar al de un coche de carreras. También tendremos como opción un cambio automático. Me dicen los que lo han probado que funciona a las mil maravillas, pero no, debéis apostar por el manual. Conducción en estado puro, que no se os olvide.

Nos queda por hablar del consumo del motor. Podría mojarme y darte la cifra que obtuve al final de la semana que compartí con el BRZ, pero no sería realista. Este tipo de coches orientados para el uso y disfrute puede variar mucho en este sentido. Si haces una utilización normal del vehículo, podrás ver consumos que ronden los 8 l/100 km. Si decides extraer todo el jugo que tiene, como todos los coches deportivos, es un ‘buen bebedor’.

Los mandos del volante del Subaru BRZ están perfectamente integrados, siendo su manejo bastante intuitivo.

Un coche capricho y (casi) sin rival

Una vez dicho todo esto, solo queda recalcar que el Subaru BRZ es un capricho con ruedas. La versión de base tiene un precio de 29.650 euros, que es una cifra asequible pero tampoco moco de pavo. Por tanto, vas a realizar una inversión importante, siendo vital que tengas muy claro el tipo de coche que vas a adquirir. Si buscas diversión a raudales sin importarte aspectos que valorarías en otros vehículos -véase confort o espacio de carga-, es tu coche. Si además quieres otras cosas, tendrás que echar un ojo a deportivos con ciertos aires civilizados -no muchos, eso sí- como puedan ser el Renault Mégane RS, el Seat León Cupra y compañía. Pero no, estos no son los rivales del BRZ. Son coches diferentes. Su único rival real es su coche gemelo, el Toyota GT86. Todo lo que te hemos contado de uno es perfectamente aplicable al otro. Eso sí, las cifras de ventas indican que se venden muchos más GT86 que BRZ. Y es esa exclusividad otra de las bazas que juegan a favor del modelo de Subaru. Porque si te compras un coche especial, no me negaréis que da cierto ‘gustillo’ saber que tienes en tu plaza de garaje un vehículo que, lo más seguro, ningún otro vecino tenga.

Ficha técnica del Subaru BRZ

Ficha técnica
Motor
Situación Delantera longitudinal
Nº Cilindros 4
Tipo de combustible Gasolina
Compresión 12,5 a 1
Potencia (CV/rpm.) 200
Par máximo (Nm/rpm.) 205
Transmisión
Tipo Manual
Cambio 6 velocidades
Bastidor
Suspensión delantera McPherson / Resorte helicoidal
Suspensión trasera Paralelogramo deformable / Resorte helicoidal
Frenos
Delanteros Disco ventilado (294 mm)
Traseros Disco ventilado (290 mm)
Dirección Cremallera eléctrica
Diámetro de giro (m.) 10,8
Número de vueltas de volante 2,4
Neumáticos 215/45 R17 87W
Llantas 17 pulgadas
CARROCERÍA
Nº de plazas 4
Peso en vacío (kilos) 1.318
Depósito de combustible (litros) 50
Largo (mm.) 4.240
Ancho (mm.) 1.775
Alto (mm.) 1.320
Vía delantera (mm.) 1.520
Vía trasera (mm.) 1.540
Distancia entre ejes 2.570
Capacidad del maletero (litros) 243
Prestaciones
Velocidad máxima (km/h.) 226
Aceleración de 0 a 100 Km/h. (seg.) 7,6
Consumos
Urbano (litros/100 km) 10,4
Extraurbano (litros/100 km) 6,4
Mixto (litros/100 km) 7,8