R.S., cuando hacer el mal es bueno

Hay dos marcas que quedan hermanas gracias a las versiones más deportivas de sus compactos. Ford y Renault. Focus y Mégane. Ambas disponen de una versión que incorpora el apellido R.S. Es cierto que no significa lo mismo -Rally Sport en el caso de Ford, y Renault Sport en el caso de la firma gala-, pero también lo es que encarnan exactamente el mismo espíritu: prestaciones y diversión por encima de todo.

Estamos hablando de dos deportivos que ofrecen un rendimiento que deja con la boca abierta a todo el que las conduce. Y no hay que ser un privilegiado para ello, ya que casi cualquiera de nosotros las puede comprar. Ambas sagas tienen una historia que conviene recordar, sobre todo ahora que en el Salón de Ginebra se presenta por fin el nuevo Focus RS.

Ford Focus RS 2016

Se ha hecho de rogar, pero ya lo tenemos aquí. Hablamos del nuevo Ford Focus RS, un modelo que rompe moldes al presentarse con un sistema de tracción 4×4 por primera vez en su historia. Sin duda, un acierto por parte de los ingenieros de la marca del óvalo, y es que uno de los grandes problemas de la versión anterior del Focus RS eran sus pérdidas de tracción en el tren delantero, producto del exceso de potencia del motor.

El nuevo Ford Focus RS cuenta bajo el capó con un motor EcoBoost de gasolina de 2,3 litros, capaz de entregar una potencia máxima de 320 CV. Más que suficiente para divertirnos de lo lindo si apretamos el pie derecho.

Por lo demás tenemos un Focus RS que continúa con la misma línea estética que su predecesor, tremendamente agresiva y llamativa. Si tienes uno, te van a mirar por la calle cada día. Pero, si lo compras, tampoco te importará, ¿no?