como CATL, EV y BYD

La quiebra de Northvolt, única gran empresa europea de baterías, obliga a las marcas a mirar a China

Northvolt era la mayor esperanza europea de rivalizar con las gigantescas empresas chinas de baterías para coches eléctricos

  • Andrea Aguado
  • Redactora de economía y coordinadora de OKMOTOR. Amante de las cuatro ruedas y la industria. Antes en informativos de Radio Televisión Castilla y León.

Europa dice adiós a la carrera mundial por las baterías para coches 100% eléctricos tras la quiebra de Northvolt. El fabricante automovilístico sueco se ha declarado en bancarrota este martes ante el Tribunal de Distrito de Estocolmo, al no haber podido conseguir la financiación necesaria para asegurar su futuro. Una situación que deja a la única gran empresa europea del sector fuera de juego e impulsa las negociaciones de los fabricantes automovilísticos occidentales con China, que ya copan más del 60% del negocio a nivel mundial.

Así lo han señalado fuentes relacionadas con la situación, en conversaciones con este diario, que han señalado que «la quiebra Northvolt pone fin a la mejor esperanza de Europa para desarrollar un rival para los principales actores asiáticos de baterías de vehículos eléctricos y, lo que es aún más preocupante, aumenta la dependencia de los fabricantes automovilísticos del Viejo Continente de China que ya cuenta con el 60% del negocio a nivel mundial».

Las chinas CATL y BYD son las empresas que dominan la industria de las baterías, con un dominio aplastante superior a la mitad del mercado si lo comparamos con las compañías estadounidenses, como es el caso de Tesla o Farasis Energy; japonesas o surcoreanas. Una cuota que, según han explicado las citadas fuentes a OKDIARIO, se podría incrementar tras los problemas de Northvolt, la única gran empresa de la lista que es Europea.

Consecuencias tras la quiebra de Northvolt

Tanto es así que muchos de los fabricantes automovilísticos del Viejo Continente ya han cerrado sendos acuerdos con empresas chinas de baterías, ignorando a Northvolt por, entre otras cuestiones, sus problemas de calidad y sus retrasos en la entrega de los pedidos. Un ejemplo es la firma de Stellantis con CATL para la puesta en marcha de una gigafactoría en España con una inversión de 4.100 millones de euros para abastecer de baterías de litio fosfato de hierro (LFP) a las líneas de producción de la planta que tiene el grupo en Figueruelas (Zaragoza).

Stellantis no es el único constructor europeo que ha firmado acuerdos con la china CATL, Volkswagen también lo ha hecho, a pesar de que el conglomerado alemán cuenta con una participación del 21% en Northvolt, siendo uno de los mayores propietarios con Goldman Sachs con el 19%. Al igual que BMW, que canceló con Northvolt un pedido de 2.000 millones de dólares en junio del año pasado porque el fabricante de baterías no cumplió con un contrato de suministro a largo plazo de celdas de batería firmado en 2020, y ahora pide baterías a la china CATL.

BYD también es proveedor para otros fabricantes, aunque gran parte de las baterías fabricadas por el gigante chino se utilizan para el ensamblaje de sus propios vehículos eléctricos e híbridos enchufables, al contrario que CATL, que sólo trabaja para terceros.

Y ahora, ¿qué pasa con Northvolt?

A partir de ahora, un administrador externo se encargará de la venta de la empresa y de sus activos, aunque Northvolt Alemania y Northvolt Norteamérica no se han declarado en quiebra por ahora. El gigante europeo de baterías para coches eléctricos debía pagar aproximadamente 200 millones de coronas suecas (18,2 millones de euros) en impuestos a la Agencia Tributaria en Suecia y ante la imposibilidad de hacerlo efectivo, la entidad se ha tenido que declarar en quiebra en este país.