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Aviso de la DGT a todos los conductores este verano: el calzado que usas podría costarte una multa

Conducir resulta una tarea que requiere compromiso y responsabilidad

No solo te llevas multa, también tener accidentes

Este tipo de sanción es especialmente frecuente durante los meses de verano

Aviso de la DGT a todos los conductores este verano: el calzado que usas podría costarte una multa

Conducir resulta una tarea que requiere compromiso y responsabilidad a través de la destreza técnica, práctica y el cumplimiento de las normas de tráfico. Una de ellas consiste en la elección del calzado, pues muchas personas, por comodidad o descuido, optan por escoger aquel más cómodo pero contraproducente. Hay un calzado que podría costarte una multa, en especial en verano. Según la Dirección General de Tráfico (DGT), más del 30% de los conductores reconoce haber conducido con calzado inadecuado en alguna ocasión, a pesar de que la mayoría comprende que esto es peligroso.

Si bien no existe una norma que prohíba expresamente cada tipo de zapato, sí hay criterios que permiten multar cuando el calzado impide una conducción segura. En ese sentido, el Reglamento General de Circulación no detalla una lista de zapatos prohibidos, pero sí exige que el conductor mantenga el control del vehículo en todo momento. El Boletín Oficial del Estado (BOE), en su artículo 18 del Reglamento General de Circulación (RGC), señala que el conductor debe garantizar su libertad de movimientos, su campo de visión y la atención permanente. Esto implica también elegir un calzado que no dificulte la acción de pisar los pedales ni produzca una pérdida de sensibilidad. Por lo tanto, conducir con chanclas, zapatos de tacón o botas de montaña puede ser motivo de multa si un agente interpreta que afectan la seguridad vial. De hecho, si se considera que el calzado entorpece la conducción o impide una maniobra segura, la sanción puede llegar  hasta 80 euros. En este sentido, rige el criterio del agente y la interpretación de los efectos del calzado en la capacidad de control del vehículo.

¿Qué tipos de calzado no se deben usar cuando conducimos?

Aunque no hay un listado oficial de calzado prohibido, la DGT y el Real Automóvil Club de España (RACE) coinciden en que hay ciertos tipos de zapatos que representan un riesgo claro en la conducción del coche.

Chanclas

Uno de los más habituales en verano son las chanclas, sandalias abiertas o crocs. “Este tipo de calzado no se sujeta bien al pie, puede deslizarse o salirse con facilidad y, en el peor de los casos, bloquear un pedal o quedar trabado en la alfombrilla del vehículo”, explican en la DGT.

Descalzo

Además, afirman que ocurre lo mismo con conducir descalzo: se pierde precisión y fuerza en el control de los pedales, lo que puede traducirse en una reacción más lenta o errónea ante una situación de emergencia.

Zapatos de tacón

En segundo lugar, los zapatos de tacón alto también representan un peligro. Al elevar el talón, se reduce el control sobre la presión ejercida en el pedal y aumenta el riesgo de que el tacón se enganche en una alfombrilla o en la base del asiento. Esto puede impedir frenar a tiempo o acelerar sin querer.

Botas de montaña

En cuanto a las botas, sobre todo las de montaña o de seguridad, su rigidez y peso impiden tener sensibilidad en los pies, lo que afecta directamente la precisión de cada maniobra. Además, su tamaño puede hacer que se presionen dos pedales al mismo tiempo por error.

¿Qué tipo de calzado es adecuado para conducir?

El calzado ideal para conducir es aquel que permite un buen control, sujeción y sensibilidad sobre los pedales. Según el RACE, debe ser un zapato cerrado, que esté bien sujeto al pie, tenga suela antideslizante, no sea demasiado pesado ni contenga elementos que puedan engancharse con facilidad.

«También es importante que el calzado sea lo suficientemente flexible para adaptarse a los movimientos naturales del pie, y que permita una transmisión eficaz de la fuerza del pie al pedal», mencionan.

Además, destacan que existen modelos diseñados específicamente para la conducción, con materiales especiales y diseño ergonómico, recomendados para quienes pasan muchas horas al volante.

Por otro lado, si una persona necesita utilizar un tipo de calzado inadecuado fuera del vehículo (por ejemplo, tacones para un evento o sandalias para la playa), se recomienda llevar un segundo par de calzado apto para conducir y hacer el cambio antes de subir al coche. Es una manera sencilla de evitar riesgos innecesarios y posibles sanciones.

¿Qué sanciones se aplican por conducir con calzado inadecuado?

Tal como señala la DGT, aunque no está expresamente prohibido en la normativa el uso de chanclas o tacones, sí puede ser sancionado si se considera que compromete la seguridad en la conducción. En ese caso, se aplica el artículo 18 del RGC, que obliga a garantizar la libertad de movimientos del conductor.

La multa habitual en estos casos es de hasta 80 euros, sin pérdida de puntos. Este tipo de sanción es especialmente frecuente durante los meses de verano, cuando el uso de calzado inadecuado es más común.

Es importante recordar que no se trata de una simple cuestión de multas, sino de seguridad vial. «Una elección inadecuada puede derivar en accidentes evitables. Por tanto, la prevención comienza incluso antes de arrancar el motor, con la elección de un calzado apropiado», afirman sus responsables.

 

 

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