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¿Tu perro te sigue a todas partes? Esto es lo que significa

  • Janire Manzanas
  • Graduada en Marketing y experta en Marketing Digital. Redactora en OK Diario. Experta en curiosidades, mascotas, consumo y Lotería de Navidad.

Si tienes un perro como mascota que te sigue a todas partes cuando estás en casa, seguro que te preguntas porqué lo hace. Este es un comportamiento muy frecuente tanto en cachorros como en adultos y puede deberse a diferentes motivos. Lo primero a tener en cuenta es que los canes son animales sociales, así quizá solo quiera estar contigo y busque tu compañía.

Este es uno de los principales motivos por los que los canes siguen a sus tutores a todas partes. Son una de las especies más sociables del mundo, así que adoran pasar tiempo con otros animales y con nosotros. También hay que tener en cuenta que este comportamiento se puede deber a que están aburridos y simplemente se interesan por ver qué hacen sus tutores y entretenerse.

Seguridad

En ocasiones, este comportamiento se explica porque le aportas seguridad a tu mascota. Esto es algo que puedes percibir muy fácilmente si sientes que te sigue sobre todo cuando tiene miedo, por ejemplo porque hay una tormenta.

Los canes suelen seguir a las personas que cubren sus necesidades, desde alimento hasta cariño y seguridad. Por lo tanto, si tu mascota te sigue cuando tiene miedo por algo, es una muy buena señal: te aprecia y se siente segura contigo.

Ansiedad por separación

Aunque no es lo más habitual, puede suceder que el hecho de que el perro te siga a todas partes sea el síntoma de un problema como la ansiedad por separación. Se da cuando el animal tiene hiperapego hacia ti, lo que hace que, cuando te pierde de vista, se despierte en él una especie de alarma que provoca estrés y nerviosismo.

¿Qué hacer?

Si quieres evitar este comportamiento en aquellos momentos en que te resulte incómodo, hay algunas cosas que puedes hacer. Lo primero y más importante es asegurarte de que el perro tiene sus necesidades básicas cubiertas.

Desde el primer momento en que llega a casa, debes enseñarle algunas órdenes básicas, como sentarse o quedarse quieto. La mejor forma de enseñárselas es mediante el refuerzo positivo. Es decir, se trata de premiarle cuando hace algo bien en lugar de castigarle o reñirle cuando hace algo mal.

Y, por último, recuerda que no es una buena idea negarle este comportamiento por completo, ya que forma parte de su naturaleza el ser sociable. Permítele compartir tiempo contigo, jugando juntos y enseñándole cosas nuevas para estimular su mente y hacer que gaste energía.