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Las señales que alertan de la depresión en gatos

Depresión en gatos
Gato
Janire Manzanas
  • Janire Manzanas
  • Graduada en Marketing y experta en Marketing Digital. Redactora en OK Diario. Experta en curiosidades, mascotas, consumo y Lotería de Navidad.

Los gatos son mucho más parecidos a nosotros de lo que creemos, y ellos también pueden sufrir enfermedades como la depresión. Aunque tienen fama de ser ariscos e independientes, lo cierto es que son animales muy sensibles y el más mínimo cambio en su rutina puede llevarles a un estado de tristeza profunda. Los expertos en comportamiento felino explican que hay una serie de alertas que alertan de la depresión en gatos, tanto a nivel físico como mental.

Lo primero a tener en cuenta es que la depresión no tiene nada que ver con la tristeza pasajera, sino que es algo mucho más profundo. Por esta razón, los gatos que la sufren tienen cambios en su comportamiento: duermen más tiempo de lo normal, no muestran interés por actividades que antes les gustaban, deambulan por la casa en «modo zombie»…

Síntomas de la depresión en gatos

Los gatos son animales afectivo y sociales, que necesitan tener una rutina muy marcada. A veces, un viaje, una mudanza o la llegada de un bebé puede sacarles de su zona de confort y hacer que adopten comportamientos que denotan una tristeza profunda.

Para detectar la depresión en gatos es conocer la forma de ser del animal. Sólo así es posible detectar los posibles cambios emocionales. Por lo general, una de las señales de alerta más comunes es una alteración brusca y repentina en su carácter. Un gato tranquilo y amigable puede mostrarse agresivo, e incluso destructivo.

Los gatos son animales muy dormilones, y cuando tienen depresión tienden a dormir incluso más de lo habitual. Se muestran muy poco activos, y apenas tienen ganas de jugar o realizar cualquier actividad física.

También se muestran mucho más apáticos y ariscos con las personas con las que antes se relacionaban. Si por algo son bien conocidos los gatos es por ser muy limpios, pero cuando sufren esta enfermedad es común que descuiden su higiene.

Estos síntomas pueden ser señales muy claras de una posible depresión en el gato. Sin embargo, también pueden ser indicativo de una dolencia física, así que lo mejor es llevar al animal al veterinario para que le haga un chequeo.

Si el veterinario diagnostica la depresión, la forma de tratarla es con comprensión, apoyo, y sobre todo, mucho cariño. Los gatos necesitan sentirse acompañados y queridos, aunque también es importante darles su propio espacio. Lo más importante es dedicarles tiempo para jugar con ellos, acariciarlos y hablarles de manera dulce.

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