Sale a la luz el motivo por el que tu gato se fuga de casa: esto es lo que dice la ciencia sobre sus escapadas

Desde tiempos inmemoriales, los gatos han sido compañeros enigmáticos y fascinantes. Una de las dudas más habituales entre los dueños de estos animales es por qué a veces desaparecen sin dejar rastro, escapándose durante horas o incluso días para luego volver como si nada hubiera pasado. Este comportamiento, que a menudo desconcierta y preocupa, es un reflejo de su naturaleza autónoma y exploradora. Pero, ¿qué pasa realmente cuando los gatos se van de casa?

Recientemente, un estudio realizado en Noruega ha comenzado a desvelar este misterio. Investigadores de la Universidad Noruega de Ciencias de la Vida (NMBU) equiparon a un grupo de gatos con dispositivos GPS para rastrear sus movimientos en un entorno urbano.  Gracias a esta investigación, podemos conocer con más detalle sus patrones de movilidad, su relación con el entorno y cómo se comportan cuando deciden salir a sus «paseos secretos».

La autonomía felina: más cerca de casa de lo que imaginas

Aunque solemos imaginar a los gatos explorando rincones lejanos con una curiosidad propia de un explorador, la realidad es mucho más cercana. El estudio noruego, realizado con 92 gatos que tenían acceso al exterior, mostró que la mayoría de ellos no se alejan mucho de su hogar. En promedio, estos animales pasaban cerca del 80% del tiempo fuera de casa en un radio inferior a 50 metros. Esto significa que, aunque los gatos disfrutan de su libertad, tienden a permanecer relativamente cerca de sus hogares.

La distancia más grande registrada en el estudio fue de 352 metros, algo inusual y reservado a unos pocos individuos. Esta limitación en el rango de movimiento no sólo depende de la geografía o del entorno, sino que parece estar influenciada por factores fisiológicos y sociales, como la esterilización. Los gatos castrados o esterilizados tienen menos impulso de buscar pareja y, por lo tanto, tienden a realizar recorridos más cortos. Esto sugiere que la libertad de exploración está modulada no solo por la personalidad del gato, sino también por su estado biológico.

Un mundo compartido

Otra conclusión importante del estudio tiene que ver con la interacción entre los gatos dentro de su territorio. Aunque se les considera animales solitarios, los datos obtenidos mostraron un patrón mucho más complejo y social. Al analizar los mapas de sus movimientos, los científicos notaron que las rutas de los gatos tienden a cruzarse y superponerse, creando una red de caminos que podríamos llamar un «paisaje felino».

Este fenómeno indica que los gatos viven en un ecosistema compartido donde se encuentran con sus vecinos peludos. Comprender esta dinámica es esencial para quienes desean ofrecerles un ambiente equilibrado que respete su naturaleza.

La importancia del entorno urbano

El estudio noruego se centró en una ciudad pequeña, donde la cercanía entre las viviendas y la accesibilidad a espacios exteriores como jardines, parques o calles tranquilas, ofrece un contexto ideal para observar el comportamiento de los gatos. Este tipo de espacios urbanos, aunque no tan grandes ni naturales como los bosques o campos, parecen ser suficientes para satisfacer las necesidades exploratorias y sociales de los gatos domésticos.

Sin embargo, esta adaptación no significa que los gatos puedan moverse sin riesgos. Las calles, los coches, otros animales y personas pueden representar amenazas reales para su seguridad. Por eso, conocer el patrón habitual de movimiento de un gato es clave para protegerlo mejor.

Además, ofrecer un entorno enriquecido dentro del hogar, con juguetes, rascadores y zonas para trepar, puede ayudar a equilibrar su necesidad de exploración y reducir la inquietud cuando no pueden salir al exterior.

Entender el comportamiento de los gatos es fundamental para quienes conviven con ellos y desean garantizar su bienestar. Los gatos no se escapan por capricho o rebeldía, sino porque responder a su instinto de exploración y socialización es parte de su naturaleza. Por eso, en lugar de restringirlos excesivamente o preocuparse sin motivo, es mejor aprender a manejar su libertad de forma segura y responsable.

Algunos consejos prácticos incluyen permitirles salir en horarios donde haya poco tráfico, supervisar sus paseos al menos al principio y garantizar que su entorno exterior esté protegido de los peligros. También es recomendable la identificación con microchip o collar con placa para facilitar su regreso al hogar en caso de pérdida.

Este estudio de la Universidad Noruega de Ciencias de la Vida nos muestra que los gatos prefieren explorar cerca de casa y que forman parte de una red social más compleja de lo que creíamos. Con esta información, los dueños pueden sentirse más tranquilos y confiados, sabiendo que sus gatos no se pierden, sino que exploran y conviven dentro de un territorio que, aunque pequeño, es muy importante para ellos.

En definitiva, entender a los gatos es la mejor forma de cuidarlos, amarlos y respetar su naturaleza libre, para que puedan vivir felices, saludables y seguros, tanto dentro como fuera de casa.