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La razón por la que tu perro te muerde cuando juega contigo y cómo evitarlo

  • Janire Manzanas
  • Graduada en Marketing y experta en Marketing Digital. Redactora en OK Diario. Experta en curiosidades, mascotas, consumo y Lotería de Navidad.

Si alguna vez jugando con tu perro has observado que te muerde, es de especial interés que conozcas los motivos por los que lo hace. Lo primero a tener en cuenta es que en la mayoría de casos, los canes no lo hacen con la intención de hacer daño. Para ellos es un juego, sobre todo si son cachorros, así que debes entender su naturaleza y actuar en consecuencia.

Instinto cazador

A pesar de que llevan miles de años domesticados, los perros no han perdido su instinto cazador, el cual se puede manifestar de vez en cuando. Hay canes que se muestran agresivos cuando aflora su instinto cazador. Lo único que puedes hacer es enseñarle y entrenarle, además de ofrecerle diferentes alternativas para que libere energía.

Protección

Hay perros que se muestran muy celosos con sus juguetes y no quieren compartirlos con nadie, algo muy común también entre los niños. Es lo que se conoce como «protección de recursos» y, si no consigues por ti mismo adiestrar al animal, debes acudir a un profesional.

Estrés

Aunque muchas personas desconocen este dato, los perros también pueden sufrir estrés. Es más, los veterinarios alertan que el número de canes con estrés y ansiedad ha aumentado de manera significativa en los últimos años. Debes hacer todo lo posible por estimular a tu mascota a diario y no exponerlo a situaciones que se escapen de su control.

Dolor

El hecho de que el perro te muerda la mano también puede deberse a que sufre algún tipo de dolor. Como resulta lógico, no debes reñirle, sino observar sus síntomas y llevarle al veterinario a la mayor brevedad.

Agresividad

Cuando las hembras paren, durante un tiempo es completamente normal que se muestren agresivas. Tienen un fuerte instinto maternal, y si tienes una perra que ha dado a luz hace poco, es fundamental que te acerques a ella poco a poco. Evita que esté en contacto con personas desconocidas, y dale el tiempo y el espacio que necesita.

Cabe señalar que, a partir de la tercera semana de vida, los cachorros descubren hasta qué punto pueden morder sin hacer daño y se empiezan a controlar. Tienes que enseñarle al perro a no apretar, o directamente a que no se muerde. Cuando te haga daño, emite un grito agudo. También puedes probar a decir «no» con firmeza cuando lo haga. Cuando no muerda, dile alguna palabra cariñosa y ofrécele un premio.