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Prepara tu casa pequeña para la llegada de un perro grande

La llegada de un perro grande a un piso pequeño siempre debe ir acompañada de un período de adaptación. ¿Qué debemos tener en cuenta?

La llegada de un perro grande a una casa pequeña puede ser una buena experiencia si se toman las precauciones básicas. Antes de ir en busca del nuevo amigo es necesario preparar los ambientes para una convivencia feliz. Más allá del tamaño hay que analizar las necesidades del perro y las posibilidades personales para cumplir con ellas. Si se actúa con responsabilidad no habrá mayores inconvenientes en la adaptación.

La llegada de un perro grande: su propio espacio

El nuevo integrante de la familia sentirá mayor seguridad con un espacio especialmente adaptado para él. Agradecerá una cama acorde a sus dimensiones, cómoda y en la cual pueda refugiarse cuando lo desee. Lo ideal es que esté ubicada en una zona de poco tránsito y que posea elementos personalizados, cojines, juguetes para perros con los cuales descargar su ansiedad.

La recepción

La primera impresión es fundamental en la llegada de un perro grande a casa. Hay que recibirlo con un plato de comida al cual esté acostumbrado y evitar situaciones de estrés. El cambio en sí mismo ya es un hecho que afecta sus emociones, por lo tanto, hay que minimizar su impacto.

En esta fase debe realizar un recorrido por el ambiente para que conozca su espacio propio, la zona donde están sus recipientes para comer y beber, su cama y las estancias comunes. Desde el primer instante es imprescindible comenzar con el adiestramiento canino.

Los juegos compartidos

Una actividad muy positiva en la llegada de un perro grande al piso pequeño es el paseo y los juegos. Una vez que haya identificado el hogar, deben dar una caminata y comenzar a jugar juntos. Esto los hará sentir más relajados y contentos con sus nuevos amos.

El can comienza a incorporar que las actividades físicas y las carreras serán en el exterior. Por otro lado, también es clave tener al alcance algunas golosinas para utilizar como premio. Son de gran estímulo para reforzar los comportamientos correctos en la casa.

Los límites: firmes

Todos los animales de compañía requieren de límites que incorporan con la enseñanza. Un grave error suele ser dejar que suban a la cama cuando son cachorros, entre otras cosas porque después será difícil cambiar el hábito. Por lo tanto, hay que ser firmes y evitar conductas que más adelante no podrán mantener.

Perros de todos los tamaños pueden ser muy felices en una casa pequeña, solo depende cómo se les facilite la adaptación. Si se le dedica el tiempo para satisfacer sus necesidades y se provee de un lugar íntimo todo irá de maravilla. ¿Qué perro estás pensando en adoptar?