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El caso de los perros radiactivos de Chernobyl

¿Cómo son los conocidos perros radiactivos de Chernobyl? Ellos son víctima de una catástrofe. ¿De qué forma han llegado hasta su situación actual?

La catástrofe de Chernobyl continúa impactando en el mundo. Desde aquel 26 de abril de 1986, día de la trágica explosión, la humanidad no ha dejado de hablar del evento.  Es que esta explosión nuclear causó efectos eternos, en el ambiente y en las personas. Los ‘perros chernobyl’, como se les ha llamado, han sido una macabra consecuencia de una tragedia que conmovió al mundo entero, y que jamás debería haberse producido.

Miles de personas fueron evacuadas con urgencia. La gente, confundida por lo sucedido, tuvo que abandonar sus hogares, se fueron con lo mínimo. En sus casas quedaron sus pertenencias y hasta sus mascotas. Poca información y casi ningún conocimiento de las consecuencias de un suceso como el que vivían, les hizo pensar que pronto regresarían.   Pero eso no ocurrió, jamás podrían volver.

Los perros Chernobyl: un cementerio de muertos vivos

Una vez que las personas fueron trasladadas, se procedió a exterminar a las mascotas que allí habían quedado. El riesgo de radiación hacía imposible que salieran de allí con vida.  Sin embargo, la naturaleza tiene sus estrategias y desafía a los humanos. A 33 años de la explosión, Chernobyl se ha poblado de perros. Se estima que más de 900 canes deambulan por la planta y terrenos cercanos, son atraídos por las basuras y los desechos que arrojan los trabajadores.

¿Qué ocurrió? En aquel año del exterminio, muchos perros se ocultaron en el bosque y se multiplicaron. Quizá hasta muchos se cruzaron con lobos. Para los empleados de la planta, estos perros chernobyl constituyen una compañía que da vida a la desolación del paisaje. Intentan ayudarlos y protegerlos, pero son tantos que les resulta imposible ocuparse de todos.

Además, todo hace suponer que conservan partículas radiactivas en su pelaje, por lo que es un riesgo convivir con ellos. Por otra parte, la falta de sanidad los enferma y muchos han contraído rabia, una complicación más que se agrega al problema.

En busca de hogar

La asociación Clean Futures Fund, que trabaja en zonas afectadas por contaminación industrial, ha instalado una base en Chernobyl e intenta atender a estos perros Chernobyl.  Ha puesto en marcha un programa llamado ‘Los perros de Chernobil’ en la que se ocupa de ellos. La meta es evitar una nueva misión de exterminio.

Los animales se ponen en cuarentena para analizar su estado de salud. Gracias a estas acciones, los que estén sanos viajarán a Estados Unidos para instalarse en hogares adoptivos. 

Algunos científicos opinan que estos perros no son más peligrosos que cualquier otro. Sin embargo, la duda sigue viva, y la idea de adoptar uno de estos animales mueve a discusiones.