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Las 7 señales de que un gato no está cómodo contigo (y muchos humanos las ignoran)

  • Ana López Vera
  • Máster en Periodismo Deportivo. Pasé por medios como Diario AS y ABC de Sevilla. También colaboré con la Real Federación de Fútbol Andaluza.

A diferencia de los perros, cuya expresividad suele ser más directa, los gatos transmiten su estado de ánimo mediante gestos y actitudes mucho más sutiles. No siempre resulta fácil saber si esta mascota se siente tranquila en casa o, por el contrario, se siente incómoda con su dueño.

Aprender a leer estas señales no sólo evita malentendidos. Gracias a ello, podrás fortalecer el vínculo afectivo con estos animales. Los expertos de Zona Gatos aclaran cuáles son las pistas para saber si tu gato está cómodo o no.

Señales claras para saber si tu gato no está a gusto contigo

El comportamiento diario de un gato revela con claridad si se siente seguro junto a ti. Una primera pista aparece cuando llegas a casa. Mientras algunos felinos corren a saludar con maullidos y roces, otros muestran indiferencia o incluso se alejan. Esa frialdad puede ser una señal de que no perciben contigo el mismo grado de confianza que con otras personas.

La forma en la que duerme también ofrece información valiosa. Un gato que se acomoda de espaldas transmite una fuerte sensación de seguridad, pues confía tanto en su entorno que no siente la necesidad de vigilarte.

En cambio, si evita dormir cerca de ti o permanece observándote fijamente, significa que mantiene un nivel de alerta. Los ojos entrecerrados y los parpadeos lentos, conocidos popularmente como «besos felinos», son todo lo contrario: un indicador de comodidad. Algunos incluso no duermen porque no están a gusto.

Comportamientos de los gatos que muestran desconfianza hacia sus dueños

Existen otros comportamientos que muestran de forma evidente que algo no marcha bien. Si un gato se esconde cada vez que entras en una habitación, es probable que relacione tu presencia con experiencias negativas. Este patrón de evitación no debería pasarse por alto.

Las reacciones hostiles ante las caricias son otra señal de alarma. Un felino que responde con zarpazos, mordiscos o bufidos al contacto físico está dejando claro que no se siente cómodo.

En algunos casos, la agresividad va más allá de la defensa puntual. Si un gato te ataca sin provocación aparente, lo más probable es que se sienta amenazado o estresado por tu comportamiento o por el ambiente en el hogar.

Una situación aún más delicada ocurre cuando un gato comienza a hacer sus necesidades fuera del arenero, especialmente en lugares vinculados a su dueño. Aunque este gesto suele interpretarse como desobediencia, puede ser una manifestación de inseguridad o rechazo hacia la convivencia.

Cómo interpretar el lenguaje corporal y emocional de tu gato

Es importante no sacar conclusiones precipitadas. Cada gato tiene una personalidad propia y no todos expresan cariño de la misma forma. Algunos nunca ronronean o amasan, y esto no necesariamente implica un problema de apego.

La etapa de socialización, que ocurre entre las 2 y 7 semanas de vida, influye de manera decisiva en cómo un gato se relacionará con los humanos a lo largo de su vida adulta.

Reconocer las señales de incomodidad no debería generarte un sentimiento culpa, sino ayudarte a comprender mejor a tu mascota. Con paciencia, respeto y un entorno seguro, es posible transformar la relación en una experiencia positiva tanto para el animal como para ti.