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6 consejos sobre los parásitos externos en gatos

Entre los problemas de cuidados e higiene de nuestros gatos, se encuentra la cuestión de los parásitos externos. ¿Cómo debemos actuar ante este tipo de plagas?

Los parásitos externos en gatos o ectoparásitos son pequeños insectos que viven sobre la piel y se alimentan de su sangre. Existen diferentes tipos que causan molestias como picor, caída del pelo o dermatitis. Si bien en su esencia no son mortales, pueden favorecer otras enfermedades que sí se conviertan en letales para el felino. El tratamiento adecuado y la prevención de nuevos contagios son fundamentales para evitar la transmisión de bacterias o virus que se propaguen a sus órganos internos.

Baños y repelentes anti-pulgas: gato y entorno saludable

Las pulgas son los parásitos externos en gatos más frecuentes. Higienizar al gato con champú antiparasitario es recomendable para su erradicación. Además, es necesario utilizar un repelente para eliminar las que han sobrevivido en el entorno del felino. Este tratamiento es importante para prevenir anemias, infecciones secundarias y parásitos internos.

Garrapatas: los más grandes parásitos externos en gatos

Los felinos que tienen el hábito de salir de casa pueden adquirir garrapatas. Son muy fáciles de detectar por su gran tamaño. Hay que revisar detrás de sus orejas, cabeza y patas, pues es su lugar preferido de alojamiento. Es importante retirarlas en el instante porque con el tiempo se agravan sus consecuencias.

Control veterinario: prevención para todos

Un gato molesto que se rasca más de lo habitual y presenta reacciones inflamatorias o alopecia es probable que tenga ácaros. La consulta con el veterinario es la forma de detectar el tipo de sarna para indicar un tratamiento acorde. Algunos se transmiten a los seres humanos por lo que hay que poner atención.

Heridas limpias: adiós larvas

Aquellos gatos que se han lastimado y tienen sus heridas abiertas, son atractivos para las moscas. Limpiar y desinfectar su herida elimina los huevos que puedan ser depositados allí. De lo contrario, se forman y propagan los gusanos barrenadores que infectan y comen la carne del gato. Las consecuencias llegan a ser fatales.

Desinfección de ambientes

El ambiente en el que habita y se mueve el gato también debe ser tratado. Los muebles, su cama, su ropa, deben ser sometidos a desinfección. Del mismo modo es importante aspirar alfombras y tejidos y lavar pisos con productos especiales. Es la forma de asegurar que no queden restos de huevos para nuevos contagios.

Vacunación

El calendario de vacunación al día es de gran ayuda para prevenir las enfermedades en las que pueden derivar los parásitos externos en gatos. Con las vacunas correspondientes, las consecuencias serán más leves.

¿Has observado algún cambio en el comportamiento de tu gato o en su pelaje que pueda ser indicio de un parásito externo?