Madrid
Ayuntamiento de Madrid

Regresa la Puerta de Alcalá: retirada la lona del monumento tras más de un año de restauración

En los próximos días se retirarán los dos andamios restantes que se sitúan en uno de los lados del monumento

La Puerta de Alcalá ha regresado después de un año y medio de obras de restauración. El Ayuntamiento de Madrid ha confirmado a este medio la completa retirada de la lona que tapaba el monumento. Además, en los próximos días, los dos andamios restantes situados en uno de los lados serán retirados.

Como novedad, el consistorio madrileño ha revelado que, con motivo de las fiestas navideñas, tiene pensado colocar un belén luminoso en este icono tan representativo de la capital.

Cabe decir que el pasado 20 de noviembre, la delegada de Cultura, Turismo y Deporte, Marta Rivera de la Cruz, asistió a la retirada de una parte de esta lona de 2.200 metros cuadrados que ha permitido seguir disfrutando de la visión de la Puerta de Alcalá durante los meses que ha durado la restauración.

Rivera de la Cruz señaló en aquel momento que se ha llevado a cabo un proyecto de restauración «absolutamente preciso y exquisito», que ha contado “con la mejor metodología y el mejor equipo multidisciplinar formado por más de 100 personas». El proyecto de restauración ha necesitado una inversión de 3,1 millones de euros.

Fuentes municipales consultadas por OKDIARIO han explicado que el proyecto de restauración, que ha costado 3,1 millones de euros, «constituye una intervención importantísima al tratarse de la rehabilitación integral de un monumento que es icono de la ciudad prácticamente desde su construcción, declarado bien de interés cultural y localizado en un paisaje cultural inscrito en la Lista de Patrimonio Mundial de la UNESCO».

Asimismo, según han revelado, la metodología de restauración que se ha empleado ha contado con las tecnologías más avanzadas y también con técnicas artesanales.

Precisamente, en 2022, tras las evaluaciones preliminares y con las evidencias de deterioro detectadas, se realizaron, entre los meses de julio y noviembre, un conjunto de estudios de diagnóstico, previos a la restauración, para conocer en profundidad el monumento, empleando los criterios y tecnologías más avanzados: investigación documental del bien y de las intervenciones previas; estudio material del conjunto, de sus técnicas y sistemas constructivos; escaneado y modelado 3D para obtener un modelo fotogramétrico tridimensional; estudio de los materiales y de sus alteraciones; identificación de los factores de deterioro y las patologías; y diversos ensayos de tratamientos.

Las mismas fuentes consultadas han explicado que el proyecto ha contado, desde la fase de estudios previos, con la colaboración (asesoramiento técnico) del Ministerio de Cultura, concretamente del Instituto del Patrimonio Cultural de España, unidad competente en materia de investigación y conservación de bienes culturales en el ámbito de la Administración General del Estado.

Esta restauración ha sido posible gracias a la implicación de un equipo multidisciplinar de más de 100 profesionales: arquitectos, conservadores-restauradores, arqueólogos, historiadores, historiadores del arte, ingenieros, físicos, químicos y biólogos entre otros especialistas.

Problemas de conservación

La Puerta de Alcalá ha venido arrastrando problemas de conservación desde su construcción. Ha sido objeto de numerosas intervenciones, desde antes de que cumpliera un siglo, aunque hacía 30 años que no se intervenía en profundidad. Tras la fase de estudios previos, el proyecto de restauración propiamente dicho comenzó en enero de 2023, con un plazo de un año, que finalmente se ha reducido a 10 meses.

Los trabajos han incluido una profunda investigación documental y material, lo que ha permitido profundizar en el conocimiento de este monumento, habiendo identificado por primera vez su técnica constructiva, con el interior de ladrillo, cubierto por granito, así como la causa de sus patologías crónicas, hasta ahora, la cubierta de plomo que no permitía transpirar la humedad, y que ha sido sustituida por una cubierta visualmente muy similar pero ventilada.

El problema de transpiración había provocado que las esculturas absorbieran la humedad, por lo que se encontraban en muy mal estado antes de ser restauradas, a la vez que minuciosamente examinadas, y devueltas a su estado originar, en la medida de lo posible.

Entre las conclusiones del examen detallado de los grupos escultóricos destaca la estimación del peso de las esculturas. Por ejemplo, las panoplias (conjuntos de armas) pesan 8.000 kilos, y las virtudes (niños) 3.000 kilos. También se ha revelado que las esculturas fueron reforzadas en el momento de su construcción con elementos metálicos en su interior.

Conforme a los parámetros de mínima intervención, solo se han reproducido, en caso de su desaparición, elementos fundamentales para la estabilidad del monumento o su interpretación. Igualmente, este criterio ha llevado a dejar las marcas de los proyectiles que impactaron en el monumento tanto durante la entrada del ejército francés en 1808 como el de los Cien Mil Hijos de San Luis en 1823, así como en una batalla ocurrida casi al final de la Guerra Civil.

Una de las novedades que ha representado este proyecto es que se ha permitido a la ciudadanía ser testigo directo del mismo, a través de la actividad Abierto por restauración. 12.000 madrileños han podido observar de cerca los trabajos, desde el mismo andamio, y otros han podido seguirlos casi en tiempo real a través de una web habilitada para tal fin.