Madrid
CONGRESO DE LOS DIPUTADOS

Feijóo respalda a Ayuso y exige en el Congreso la retirada de los currículos sanchistas en la Educación

El grupo parlamentario del PP en el Congreso de los Diputados ha presentado una iniciativa en la que solicita la retirada de los currículos educativos que ha desarrollado Pedro Sánchez en cumplimiento de la conocida como Ley Celaá. Un movimiento que se produce meses después de que el Gobierno Madrileño, capitaneado por Isabel Díaz Ayuso, comenzara una cruzada política, mediática y ahora también jurídica contra estos textos.

Ayuso anunció haces días que va a llevar ante el Tribunal Supremo el currículo de Bachillerato, mientras que los populares de la Cámara Baja han presentado este miércoles una Proposición no de Ley (PNL) en la que pide su retirada -tanto los de Primaria, como Educación Secundaria Obligatoria (ESO) y Bachillerato-, y su reelaboración con «contenidos claros, concisos y de alta calidad científica, libres de sesgos ideológicos, que garanticen la igualdad de oportunidades del alumnado».

Además, el escrito exige al Gobierno socialcomunista la constitución de una comisión independiente formada por especialistas de las diferentes materias que componen el currículo, a indicación de las Reales Academias, y que formularán las propuestas que consideren pertinentes.

Esta iniciativa se produce un día después de que la Consejería de Educación del Ejecutivo de Ayuso remitiera una circular a todos los centros escolares de la región para recomendarles no cambiar los libros de texto el próximo curso, a pesar de la entrada en vigor de los nuevos currículos.

Una sugerencia que el departamento que encabeza el nuevo vicepresidente del Gobierno Autonómico, Enrique Ossorio, se vio obligado a realizar después de que numerosos colegios acudieran a la consejería con dudas sobre cómo proceder el próximo curso.

Una situación de caos en el ámbito educativo que Ayuso ya predijo en septiembre del año pasado, cuando solicitó a al Gobierno Central el aplazamiento al curso escolar 2023/24 de la entrada en vigor de los nuevos currículos educativos prevista para el próximo curso en 1º, 3º y 5º de Primaria, 1º y 3º de ESO y 1º de Bachillerato.

La petición se produjo por las «serias dudas» que tenía el Gobierno madrileño de que los nuevos contenidos fueran a llegar a tiempo, como finalmente ha ocurrido.

Ahora el PP Nacional se suma a Ayuso y en esa iniciativa parlamentaria pide a Sánchez que incluya en los currículos contenidos «claros, concisos y de alta calidad científica, libres de sesgo ideológico, que proporcionen una atención adecuada a los aprendizajes profundos, al desarrollo de habilidades no cognitivas, a las tecnologías digitales y habilidades computacionales, al emprendimiento y a la innovación, a las humanidades y a la educación científica, con la finalidad de garantizar la calidad de los títulos educativos que se expiden, la vertebración, la cohesión social y la equidad de la educación».

Asimismo, solicita que la materia de Historia «sea disciplina científica que busca el conocimiento objetivo, despojando a la misma de postulados ideológicos», una ideología que, precisamente, ya ha desterrado Ayuso en los borradores de sus currículos educativos de ESO y Bachillerato a los que ha tenido acceso OKDIARIO.

El PP también pide a Sánchez en esa PNL adoptar cuantas medidas sean necesarias para que en las comunidades autónomas con lengua cooficial se garantice la utilización de ambas lenguas como vehiculares «bajo un principio de equilibrio, promoviendo además la progresiva introducción de una lengua extranjera».

Así las cosas, la ministra de Educación y Formación Profesional, Pilar Alegría, ha pedido a Ayuso, «un poco de sosiego, mayor prudencia y respeto a las editoriales, pero sobre todo respeto a los decentes que eligen los libros de texto». En esa misma línea se ha pronunciado la portavoz de Educación y secretaria de Educación y FP del PSOE, Luz Martínez Seijo, quien ha criticado que el «ataque» de Ayuso al querer utilizar los libros de texto del año pasado ha sido «la gota que ha colmado el vaso» y un «ataque absoluto» a los profesores y a los alumnos.