Madrid
Casa América

La Casa de América contrata a un artista castrista para llenar de cucarachas su fachada en Cibeles

La Casa de América ha amanecido este martes llena de cucarachas gigantes. Se trata de una controvertida intervención del artista cubano Roberto Fabelo que ha ofrecido múltiples declaraciones a favor del dictador Fidel Castro. En total, son seis cucarachas gigantes con cabeza de seres humanos en la fachada histórica del Palacio de Linares, en plena plaza de Cibeles.

Este «proyecto expositivo» se ha bautizado como «Sobrevivientes» y, según indican desde la Casa de América, es un homenaje a La Metamorfósis de Kafka. Se puede interpretar como un aviso sobre los peligros de dejarse seducir por el ego y el poder mientras que dejamos caer en el olvido nuestra naturaleza humana. A las seis cucarachas en la fachada se unen otras seis que se mostrarán en el interior del Centro Conde Duque dentro de la exposición «Mundos. Goya y Fabelo», que se desarrollará hasta el 30 de julio.

Esta instalación ya saltó a los titulares de los medios de comunicación hace varios años, cuando se expuso en la fachada del Museo Nacional de Bellas Artes de Cuba, un organismo oficial del régimen castrista. Su director, Jorge Antonio Fernández Torres, comentó que esta obra de Fabelo «propone una conversación entre el arte y la institución y sobre la necesidad que tienen los museos de reinventarse a sí mismos».

La iniciativa impulsada por la Casa América, consorcio del Ministerio de Asuntos Exteriores, el Ayuntamiento y la Comunidad de Madrid, ha arrancado este martes, día de San Valentín. Las personas que han pasado junto al palacio han mostrado su extrañeza al ver estos bichos que estarán hasta finales de febrero.

Hemeroteca

La hemeroteca recoge múltiples guiños del artista cubano al régimen castrista. El autor de estas piezas de resina a modo de insectos gigantes con cabezas humanas afirmó que Fidel Castro tenía una gran vocación de artista y que valoraba mucho a los creadores. Lejos de condenar la dictadura de la isla del Caribe, Fabelo ha participado en muchos actos de la Administración cubana.

«Señalado por secundar a la dictadura», aparece en el Diario de las Américas en referencia a este hombre. Sus obras se subastan por cientos de miles de dólares, pero no se solidariza con las capas de la sociedad cubana condenadas a la pobreza por su Gobierno dictatorial. «Roberto Fabelo, Alberto Lescay, Jorge Junior… son algunos de esos artistas que ama el régimen cubano por su compromiso cómplice y revolucionario, haciendo silencio y callando la boca ante la miseria que se está viviendo en Cuba», refleja, por su parte, Hypermedia.

«Sentido homenaje a nuestro Coman­dan­te en Jefe Fidel Castro en la inauguración de la XX Feria Internacional de Ar­tesanía. (…) El viceministro de Cultu­ra entregó los Premios, diplo­mas ilustrados por Roberto Fabelo», recoge Granma, el periódico oficial de la tiranía.

Biografía

Roberto Fabelo se define como pintor, dibujante, grabador, ilustrador y escultor nacido en Guáimaro (Cuba) en 1950. Ha llevado a cabo más de 42 muestras de forma individual en 11 países, entre ellos España. Además, sus piezas han sido expuestas en más de 500 exhibiciones colectivas en 34 países. Cuenta con cerca de 30 premios y en su biografía destaca que ha ilustrado 42 libros, entre ellos la novela Cien años de soledad del Premio Nobel Gabriel García Márquez. La ilustración fue subastada por Christie’s de Nueva York. También ha colaborado en creaciones de Silvio Rodríguez, Pablo Milanés o Joaquín Sabina.

Una de sus obras populares es Viaje Fantástico (2012), una escultura que forma parte de una serie de mujeres con tenedores montadas sobre gallos. Está ubicada desde 2013 en la Plaza Vieja de La Habana con el visto bueno del castrismo. Aseguró que es una obra de mensaje feminista en la que el gallo representa la masculinidad tradicional y la mujer que monta desnuda sobre su lomo con tacones y un tenedor en la mano, el poder femenino. Representa a mujeres que «cuidan a la familia y saben coger las riendas de un mundo predominantemente masculino sin perder su esencia ni su sensualidad».