Cómo seducir y conquistar en una fiesta

Se acercan las fiestas navideñas donde vamos a desplazarnos y distintos lugares para pasarlo bien.

Es hora de que des rienda suelta a tu imaginación y utilices tus armas de mujer para seducir y conquistar en una fiesta.

Simpatía

A los hombres, como a todo el mundo, le gusta que una mujer muestre alegría. Que sea simpática, sonría y se lleve a las personas al bolsillo. Esto hace que las reuniones y las fiestas, sean realmente más amenas y divertidas. Muestra este lado, sin exagerar, ni ser la protagonista de la fiesta, y triunfarás.

Mirar fijamente a los ojos

Cuando queremos conquistar a un hombre, no hay nada mejor que atontarlo con la mirada. Es decir, mirarle fijamente a los ojos. Esto les puede poner nerviosos a la vez que les estamos diciendo que nos importa y lo tendrá en cuenta.

Sé tu misma

Además de sonreír cuando debes hacerlo, no hay nada mejor que mostrarte tú misma, tal como eres y aportar total naturalidad a esta velada. Si nos encontramos con aquella persona que realmente nos importa no hay nada mejor que mostrarse con nuestros defectos y virtudes. Si nos mostramos de forma distinta, puede que se lleve una decepción más adelante o simplemente no les guste cómo somos y estamos perdiendo una excelente oportunidad para tener una cita.

Un maquillaje sexy pero sin pasarnos

Durante las fiestas de Navidad, solemos maquillarnos y arreglarnos mucho más. En este caso, conviene realzar y potenciar nuestra belleza con un maquillaje que nos ilumine la mirada, por ejemplo. Pero nunca sin pasarse, si utilizamos mucho maquillaje entonces nos va a ver algo más artificiales.

Mantén una conversación

Si aquella persona que nos interesa no viene, ya podemos ir nosotras empezando una conversación que sea interesante. No preguntar lo de siempre, como qué haces en este local, a qué te dedicas o trabajas, esto suele salir con el tiempo o a medida que va trascurriendo nuestra conversación.

No hablar como un libro abierto

A ciertas personas les va el misterio. Aunque debemos mostrarnos con total naturalidad, tampoco hace falta explicar toda nuestra vida de golpe. Mantener un cierto misterio nos hará especiales y la otra persona tendrá más ganas de saber de nosotros.