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Cómo preparar infusiones frías y qué beneficios tienen

Las infusiones son muy beneficiosas para el organismo

Lo más habitual cuando te decides a tomarte una infusión es hacerlo estando calentita, especialmente en días de frío o cualquier noche antes de acostarte, pero las frías también son una buena opción. Hoy te mostramos cómo preparar infusiones frías para que puedas aprovecharte de sus beneficios, que son muchos y resultan muy interesantes por diversos motivos.

Las bebidas frías son lo más recurrente cuando llega el calor, y no por ello debes renunciar a tomarte una infusión si es lo que haces habitualmente. Aunque mucha gente piensa que son efectivas únicamente en caliente, lo cierto es que no es así.

Cómo preparar infusiones frías

Si intentas infusionar en frío cualquier infusión, por ejemplo un té o manzanilla, no será posible sacarle todo el rendimiento a esa sustancia tan necesaria, ya que únicamente se diluirá un poco. Lo más recomendable por los nutricionistas es hacer la infusión como te la harías en caliente y dejarla enfriar de forma natural, en la nevera o bien añadirle un par de cubitos de hielo.

Otra forma eficaz de preparar infusiones frías es meter las hierbas en una botella, llenar con agua y meter en la nevera durante al menos 12 horas. Pasado ese tiempo, cuela la infusión y ya te la podrás tomar. En estos casos, más que las típicas bolsitas de infusiones es más recomendable es utilizar las hojas secas, ya que son más efectivas al hacerse en frío.

¿Qué beneficios tienen?

El principal beneficio de las infusiones frías, al igual que sucede con las calientes, es que tienen un aporte fantástico de antioxidantes. Esto es posible gracias a que la mayor parte de las plantas que se utilizan para preparar infusiones tienen propiedades antioxidantes, y sin duda es lo más recomendable ya que previenen el envejecimiento, favorecen la eliminación de líquidos, mejoran el colesterol, ayudan a perder peso y mejoran la presión arterial, entre otros.