Investigación

La tuitera Cassandra quiere ser profesora: «Me dan asco los niños, los mataría a todos»

La tuitera Cassandra Vera afirma que la sentencia de la Audiencia Nacional que la condena a siete años de inhabilitación por un delito de enaltecimiento del terrorismo va a impedirle cumplir su proyecto de ser profesora, una vez concluya la carrera de Historia.

Pero Cassandra tiene un problema con los niños. No sólo quiere matar a Mariano Rajoy, Cristina Cifuentes, el torero José Tomás, la canciller alemana Angela Merkel, el escritor Fernando Sánchez Dragó, el periodista Salvador Sostres y a todos los «fachas». También le gustaría exterminar a todos los niños del planeta.

Al menos así lo explica en su perfil de Twitter. En distintos tuits publicados durante los cinco últimos años, Cassandra afirma rotundamente: «Odio a los niños y a los heteros». O bien: «Cuantos más niños veo, más asco me dan».

Y por si a alguien no le ha quedado claro, insiste:

Al parecer, la aversión de Cassandra Vera a los críos se debe a alguna mala experiencia que ha tenido trabajando como canguro. «Cómo se me ocurre apuntarme a trabajos para niñera con lo que odio a los niños», explica en su cuenta de Twitter.

Pero también le molesta ir al cine y tener que aguantar a los «niños pequeños y asquerosos» que con sus ruidos no le dejan ver la película. Lo expresa gráficamente: «Qué asco de niños, por Dios».

Por si hay alguna duda sobre la vocación docente de la tuitera condenada por enaltecimiento del terrorismo, Cassandra Vera aclara que lo que más le molesta en este mundo son «los gritos de los niños, los mataría a todos, aggg».

Según ha dejado caer en su cuenta de Twitter, sus problemas con los niños se deben a «los asquerosos roles de género patriarcales». Lo ha explicado con una divertida anécdota: «Dos niños me preguntan si soy una chica o un chico. Les saco el dedo. Me alejo y uno le dice al otro: Es una chica, mira que mala leche tiene».

Pero, en fin, llega la Navidad… y Cassandra Vera también odia a los niños de San Ildefonso: «Putos niños de la lotería».

Pese a que ya no hay duda de que odia a los niños, Cassandra asegura que su sueño es convertirse en profesora. Algo que a corto plazo le va a resultar difícil pues la sentencia de la Audiencia Nacional no sólo le condena a un año de cárcel (que no cumplirá, pues no tiene antecedentes penales), sino también a siete años de inhabilitación.

«No sólo me quedo antecedentes (sic), me han quitado el derecho a beca y destrozado mi proyecto de ser docente. Me han arruinado la vida», afirma la tuitera en alusión a los jueces de la Audiencia Nacional.