Investigación

Trapero adiestró a los golpistas y a sus escoltas para evitar la investigación judicial y los ‘pinchazos’

Los Mossos diseñaron un esquema de protección de los golpistas y obstrucción a la Justicia bajo orden del “mayor”. El “mayor” no podía ser otro más que Josep Lluís Trapero, como señala en sus investigaciones la Guardia Civil. El plan se basaba en adiestrar a los investigados para eludir las actuaciones del juez y escapar a las actuaciones policiales, como detalla la documentación a la que ha tenido acceso OKDIARIO. Tanto escoltas como investigados fueron preparados para obstruir al máximo las órdenes del Juzgado número 13 de Barcelona que estaba cercando ya a los golpistas.

El plan se puso en marcha tras el registro al Departamento de Economía del 20 de septiembre y tras percatarse los Mossos de que los teléfonos de algunos de los protagonistas de la preparación del golpe como Josep Maria Jové, Salvadó Tenesa, Francesc Sutrias o Pi-Sunyer estaban siendo pinchados, sus rutas controladas y sus reuniones monitorizadas.

“A raíz de las actuaciones policiales llevadas a cabo, la actividad telefónica de los números de abonado utilizados por los investigados descendió notablemente”, señala el informe de la Guardia Civil que ya ha sido entregado a la Justicia.

Las causas estaban claras: “Además, tal y como se refleja en algunas de las llamadas telefónicas registradas a los investigados, han contado con la colaboración de miembros de la policía autonómica catalana que les han informado de las técnicas policiales utilizadas en las investigaciones policiales como escuchas telefónicas, instalación de micrófonos, etc.”, apunta la policía judicial.

Para ello, se destinó un equipo de mossos, que, lejos de controlar a los golpistas e intentar impedir el desarrollo del referéndum ilegal del 1-O, se centró en labor de adiestramiento de algunos de los principales golpistas para evitar que fuesen atrapados judicialmente: Marta Rovira, Jové, Salvadó Tenesa y otros tantos figuran en las sospechas de la Guardia Civil como posibles receptores de estos cursos acelerados para escapar a las diligencias judiciales.

Pero el máximo responsable de los Mossos, Josep Lluís Trapero, no debió  quedarse tranquilo con esas precauciones y dio un paso más. “Del mismo modo les están proporcionando actualmente servicios de protección con escoltas, cuya única finalidad dadas las circunstancian sería la de detectar y dificultar que puedan seguir siendo investigados por otros agentes de la autoridad”, apunta la Guardia Civil. Porque los propios escoltas asignados por los Mossos se encontraban ya en funciones de obstrucción a la labor judicial: su verdadero objetivo era proteger la creación de “las estructuras de país” y que se celebrase el referéndum.

“En esas fechas se registraban otras conversaciones telefónicas de Francesc Sutrias o Natalia Garriga, en las que se observa como algunos de los investigados estaban reclamando la protección y el apoyo de miembros de la policía catalana para garantizar de alguna forma la seguridad en sus comunicaciones y en sus personas”, señala la Guardia Civil. “De ahí que esta conversación que el tal César tenía que mantener con el mayor y la contestación que Jové daba de que necesitaba algo para otra persona y que estaría bien que le pusieran… Se interpretaba que el mayor debía ser el mayor de los Mossos d’Esquadra Josep Lluís Trapero al que iban a pedir este tipo de colaboración”, concluye la Guardia Civil.

Se trata de la enésima evidencia de que las actuaciones de los Mossos bajo el mando de Trapero se centraron en impedir la labor policial y judicial y garantizar el desarrollo del plan separatista. Un plan por el que mandó espiar a los policías, a asociaciones constitucionalistas como Sociedad Civil Catalana, partidos políticos contrarios al nacionalismo y delatar los operativos de los agentes policiales nacionales cuando intentaban frenar el referéndum ilegal del 1-O, tal y como ha adelantado OKDIARIO.