Flores intenta justificar ahora la licencia de restaurante sirviendo canapés en su macrodiscoteca
Cuatro camareros ofreciendo canapés a los clientes que habían acudido a bailar sirvieron en la madrugada de este sábado para justificar la licencia de «restaurante con espectáculo» otorgada para reabrir la macrodiscoteca del empresario Miguel Ángel Flores, condenado por las muertes del Madrid Arena.
El Grupo Alonso (que consta oficialmente como titular de la sala LAB) intentaba así evitar el susto del pasado domingo, cuando la Policía Municipal irrumpió en local para realizar una inspección. Los agentes han cursado una denuncia tras comprobar que la sala LAB estaba funcionando como una discoteca para 1.420 personas, lo que no se corresponde con la licencia municipal otorgada.
La escena se repitió en la madrugada de este sábado, cuando la discoteca de Miguel Ángel Flores estaba celebrando su fiesta Premier High Club, para la que había vendido unas 1.300 entradas. Cuando los agentes accedieron a la sala, abarrotada de jóvenes de entre 20 y 30 años, observaron un detalle novedoso.
Pinchos de tortilla y hojaldres
Varios camareros recorrían la discoteca con bandejas, en las que ofrecían a los clientes canapés, pinchos de tortilla de patata, mini hamburguesas y tartaletas de hojaldre. Es el recurso que ha utilizado el Grupo Alonso para intentar demostrar que la discoteca de Flores es en realidad un «restaurante con espectaculo».
Pero en realidad nadie había acudido allí a cenar, sino a bailar hasta las cinco de la madrugada. Al menos esta vez no se produjo ninguna avalancha en el ropero como la registrada el pasado domingo, cuando algunos clientes tuvieron que esperar casi una hora para recuperar sus abrigos.
Fuentes oficiales del Ayuntamiento de Madrid han confirmado a OKDIARIO que la Policía realizó esta inspección el sábado, aunque han eludido revelar el contenido del acta levantada. La sala LAB, situada sobre la estación de tren de Chamartín, vuelve a reabrir sus puertas en la noche de este domingo con la fiesta Stark Kamasutra, en la que pincharán cuatro conocidos discjockeys.
Como muestra el vídeo de promoción, nada hace pensar que el público acuda a la sala LAB a cenar: a todos los efectos, funciona como una discoteca, ubicada en el mismo local que la antigua discoteca Macumba de Miguel Ángel Flores, que cerró sus puertas en 2012 tras la tragedia del Madrid Arena.
Como ha informado OKDIARIO, el ente público Adif adjudicó hace dos años al Grupo Alonso el contrato de alquiler de los ocho locales comerciales situados sobre la estación de Chamartín.
El contrato prohíbe expresamente el uso de discoteca o sala de fiestas en estas instalaciones. El Grupo Alonso ha fichado a Flores como «coordinador de desarrollo de negocio» y ha reabierto su antigua discoteca Macumba, rebautizada ahora como espacio LAB.
En una sentencia dictada por la Audiencia Provincial de Madrid, Miguel Ángel Flores ha sido condenado a cuatro años de cárcel como «máximo responsable» de las cinco muertes registradas en la fiesta de Halloween celebrada en el Madrid Arena en 2012. En aquella ocasión, los organizadores casi duplicaron el aforo autorizado, con el fin de obtener el «máximo beneficio» económico.
La sentencia, que todavía no es firme y está pendiente de recurso, también condena a Flores a cuatro años de inhabilitación para organizar este tipo de espectáculos.