Investigación
CASO JUAN CARLOS I

Orleans justificó ante el banco los fondos de Zagatka como parte de la herencia de su “difunto padre”

Álvaro de Orleans y Borbón, el primo lejano de Juan Carlos I, anotó en la ficha secreta de presentación del Banco Lombard Odier que parte de los 13,7 millones de euros ingresados en la cuenta de la entidad bancaria suiza procedía de la “herencia de su difunto padre”. De esa manera justificaba ante la dirección del Banco suizo la elevada cantidad transferida a la cuenta de la Fundación Zagatka.

El noble español, con residencia fiscal en Mónaco, no obstante, aclaraba en la misma ficha bancaria que más del 90% del dinero transferido a la nueva cuenta de la Fundación Zagatka eran los beneficios de su cartera de inversiones durante los últimos 15 años.

Así mismo, Álvaro de Orleans informaba a la dirección de Lombard Odier que una parte importante de los fondos procedía de su actividad profesional, así como de sus participaciones en diferentes sociedades. Y aclaraba: “El dinero proviene de la cuenta del mismo nombre en el Credit Suisse”.

La cuenta del Credit Suisse referida también había sido utilizada por Juan Carlos I para ocultar el dinero que disponía fuera de España.

Una sociedad ‘pantalla’

El príncipe de Orleans ocultaba a Lombard Odier lo más importante: la Fundación Zagatka durante más de dos décadas había servido de pantalla para que Juan Carlos I canalizara su dinero opaco sin riesgo a ser detectado por las autoridades tributarias españolas. El primo del ex monarca español figuraba como titular de la cuenta y como representante de la Fundación offshore, pero a quien realmente pertenecía la cuenta era al ya Rey Emérito.

Álvaro de Orleans declaró que los fondos procedían de la «herencia de mi diunfo padre» en la  «ficha de presentación» del cliente que cumplimentó para abrir la cuenta de la Fundación Zagatka en el Banco Lombard Odier de Ginebra.

El sumario que instruye en Ginebra el fiscal Yves Bertossa dispone de pruebas suficientes que demuestran que Zagatka es la piedra angular de la trama societaria de Juan Carlos I en el extranjero. Las autoridades suizas no investigan los intereses financieros del ex monarca español, pero sí las actividades de sus testaferros.

La Justicia helvética respeta la condición de inviolabilidad de Juan Carlos I, amparada por la Constitución española. Bertossa, desde que ordenó el registro de los despachos de Arturo Fasana y Dante Canonica en Ginebra, sabía que sólo podría actuar contra los testaferros helvéticos.

Extracto de los movimientos de la cuenta abierta a nombre de la Fundación Zagatka en el banco Lombard Odier.

Cuando Álvaro de Orleans se escudaba en la herencia de su padre se refería al patrimonio de su progenitor, el Príncipe Álvaro de Orleans y Sajonia-Coburgo-Gotta, hijo de Alfonso de Orleans y de la Princesa Beatriz de Sajonia-Coburgo-Gotta. A la boda de su padre, el VI duque de Galliera, y de su madre (Carla Parodi-Delfino) en Roma asistieron de testigos los Reyes de España en el exilio, Alfonso XIII y Victoria Eugenia. El abuelo de Juan Carlos I era tío segundo del padre de la persona a la que años después confiaba una parte importante de su patrimonio.

Un formulario ficticio

La ficha de la cuenta de Zagatka era todo un formulario ficticio porque tanto Álvaro de Orleans como el gestor Dante Canonica actuaban de pantallas de Juan Carlos I. Si uno se detiene en los movimientos bancarios detecta que la mayoría de las operaciones, como el pago de los contratos de los jets privados para sus desplazamientos internacionales, corresponden al Rey Emérito.

Documentación de la causa 14783/2018 que instruye el fiscal suizo Yves Bertossa.

Aún así, Álvaro de Orleans se esforzó por demostrar ante las autoridades de Lombard Odier que él era el titular de la cuenta 52549500. Sobre su situación profesional señalaba que era presidente de Torrebreva Inmobiliaria –una sociedad inmobiliaria con sede en Andalucía–, de Torremesa SA –empresa especializada en el cultivo de uva de mesa– y de Torrebrava SA –dedicada al cultivo hortícola. Además, se presentaba como vicepresidente de Costa Ballena Resort SA –un hotel de cinco estrellas– y como consejero de Costa Ballena Club de Golf SA.

El familiar del Rey Emérito, aunque disfruta de su domicilio fiscal en Mónaco, informaba al Banco de que su actividad profesional estaba radicada en España. En uno de los documentos de evaluación de conformidad fiscal aparecía el Principado monegasco como país de residencia.

Álvaro de Orleans mintió al banco al asegurar que la cuenta no estaba vinculada a ninguna personalidad políticamente expuesta.

La Fundación Zagatka, con sede en Aeulestrasse 5 de Vaduz (Liechtenstein) era gestionada por los fiduciarios suizos Dante Canonica y Arturo Fasana. Durante años fue la titular de diversas cuentas bancarias que fueron utilizadas por Juan Carlos I. En la constitución de la cuenta Álvaro de Orleans y Dante Canonica mienten al Banco cuando a la pregunta protocolaria de compliance –“¿Implica la relación comercial con el titular mayores riesgos?”– marcaron con una cruz la casilla del “No”.

El tiempo demostraría, a partir de las investigaciones de la Fiscalía de Ginebra, que los testaferros del ex monarca español no decían la verdad.