Internacional
BRASIL

Yolanda Díaz bendice a Lula con las mismas palabras que elogió al golpista Castillo: «Hay esperanza»

La izquierda internacional y, por ende la española, sigue en estado de embriaguez por la reconquista del poder en Brasil después de cuatro años de bolsonarismo. La vicepresidenta del Gobierno, Yolanda Díaz, no quiso perderse una Nochevieja en Brasil, ni la investidura de Lula, por lo que se atavió de gala y se fundió en un eterno abrazo con el incipiente presidente brasileño, embargada de emoción. Díaz ha bendecido el regreso al poder de Lula con las mismas palabras que elogió al golpista Castillo: «Hay esperanza».

Al nuevo presidente en su día de investidura le dirigió estas palabras: «La victoria de Lula fue la victoria del sentido común y la democracia. Su toma de posesión es un momento especial para todas las que creemos en la posibilidad de construir sociedades más justas e integradoras. Hay esperanza, en Brasil y en el mundo». Mensaje muy en la línea del que le remitió hace año y medio al expresidente peruano, Pedro Castillo, en su cuenta de Twitter: «La toma de posesión de Pedro Castillo es una brizna de esperanza para Perú y América Latina. Es una oportunidad para la democracia la elección de un presidente que viene de abajo».

Desde aquel momento no ha parado un segundo en lanzar en sus redes sociales mensajes sobre Lula da Silva más propios de la hinchada de un equipo de fútbol que de un gestor público. Su agenda oficial la arrancó el día 31 de diciembre en una reunión con el nuevo ministro de Trabajo brasileño, Luiz Marinho, una de las personas más cercanas al presidente con el que compartió una charla cogida de su mano.

Presumió después de haber mantenido un encuentro con una de las mayores esperanzas rotas y malogradas de la izquierda europea, el ex presidente griego, Alexis Tsipras, quien bien recuerda a Lula y a una larga lista de dirigentes internacionales de la izquierda que a los pocos meses de llegar al poder dejan a un lado su agresiva retórica contra los poderosos y acaban haciendo todo lo contrario.

Yolanda Díaz no abandona nunca su sonrisa amplia, ni ante Tsipras, ni ante el Rey, a quien le acompañó en este viaje oficial a pesar de haber sido siempre una firme defensora de la Tercera República, hasta el punto de llegar a lamentar que no se haya guillotinado en España a ningún rey.  Mantuvo también encuentros con la ministra de Igualdad Racial, con la comunidad española en Brasil y se prodigó en selfies con la izquierda latinoamericana allí presente, como el presidente chileno, Gabriel Boric y el colombiano, Gustavo Petro.