Internacional

La última foto en público de Berlusconi: en un restaurante de Milán con un niño y su pin de Forza Italia

  • María Ruiz
  • Portadista. Especialista en 'breaking news' y noticias de nacional, sociedad e internacional.

Silvio Berlusconi murió con las botas puestas. Denostado y admirado a partes iguales en Italia, asistió a su escaño del Senado hasta la semana anterior a su muerte. Y se hizo su última foto pública el viernes 9 de junio en un restaurante de Milán. Fue la última vez que se le vio en público. Moriría el lunes siguiente. El local de la fotografía, el Maximilian Bistrot, se encuentra en el Palazzo dei Cigni, donde estaban hace años las oficinas de Mediaset en la ciudad italiana.

En la imagen, se ve a Il Cavaliere con un niño. Se trata del hijo de Massimiliano Albanese, el dueño del restaurante. En la última foto pública de Berlusconi, el magnate italiano va vestido con camisa y chaqueta de color oscuro y lleva un pin de Forza Italia, según recoge la imagen publicada por el diario italiano Corriere della sera. Con él, estaban su compañera, Marta Fascina y sus escoltas. Albanese, de 53 años, relata en el periódico italiano cómo fue esa tarde. «Se sentó en una mesa con vistas al lago y comió helados. Estaba cansado, pero aún tenía fuerzas para bromear y saludar a todos. Hasta a mi hijo de 7 años». Añadió que «siempre fue sociable, hasta el último minuto», asegura al Coriere della sera.

El ataúd del empresario y ex jefe de gobierno, adornado con flores blancas, rojas y verdes, los colores de la bandera italiana, llegó a las 13h00 GMT frente a la majestuosa catedral de Milán, ante miles de personas y bajo los cánticos de los seguidores del AC Milan, el club que dirigió durante 31 años.

Luego hizo su entrada en la iglesia, entre los aplausos de los presentes, incluida la primera ministra italiana Giorgia Meloni, así como muchos dignatarios políticos. «Cuando un hombre es político, busca ganar. Tiene partidarios y opositores. Algunos lo llevan a lo más alto, otros no lo soportan», dijo en su homilía el arzobispo de Milán, Mario Delpini. En Milán, como en toda Italia, las banderas ondeaban a media asta en los edificios públicos.

Además de Meloni y sus dos viceprimeros ministros, Matteo Salvini y Antonio Tajani, número dos del partido de Berlusconi (Forza Italia), estuvieron presentes el presidente de la República Sergio Mattarella y el ex jefe de gobierno Mario Draghi, así como representantes de la oposición.

Entre los pocos dignatarios extranjeros se encontraban el emir de Catar, el jeque Tamim bin Hamad Al-Thani, el presidente de Irak, Abdel Latif Rachid, y el primer ministro húngaro Viktor Orban.