Internacional

El Senado de EEUU advierte a Francia de la injerencia rusa en las elecciones presidenciales

El jefe de la poderosa Comisión de Inteligencia del Senado estadounidense, Ricard Burr, encargado de investigar la injerencia de Rusia en los comicios presidenciales estadounidenses, afirmó este miércoles que Moscú también está «activamente implicado» en la campaña electoral francesa.

«Creo que es razonable decir […] que los rusos están implicados activamente en las elecciones francesas», dijo el senador republicano Richard Burr.

La comisión liderada por Burr examinará a partir del jueves el papel desempeñado por Rusia en la elección presidencial que ganó Donald Trump, una acción que la inteligencia estadounidense cree que fue dirigida por el presidente Vladimir Putin.

Richard Burr, presidente de la Comisión de Inteligencia del Senado de EEUU.

«Lo que debemos evaluar fue un acto muy encubierto en 2016 en Estados Unidos, un acto muy público, al mismo tiempo que encubierto, en Alemania y Francia», dijo a la prensa.

Burr señaló que Rusia puede «inclinar la balanza» en las elecciones europeas, para beneficiar al candidato al que es favorable. «Es razonable decir que los responsables estadounidenses alertaron a los países que van a tener elecciones inminentes sobre […] lo que el Gobierno sabe de las capacidades y las intenciones rusas», añadió Burr.

La candidata de la extrema derecha francesa, Marine Le Pen, que según los sondeos podría llegar sin dificultades a la segunda vuelta de las elecciones presidenciales, fue recibida el viernes por Putin. El mandatario ruso aseguró que su país no está interfiriendo en la campaña francesa.

Vladimir Putin y Marine Le Pen. (Foto: AFP)

El principal rival de Le Pen, Emmanuel Macron, acusó el mes pasado a Rusia de intentar hacer descarrilar su campaña al difundir falsos rumores a través de la prensa estatal.

El director del FBI, James Comey, confirmó el 20 de marzo que la policía federal estadounidense investigaba sobre los intentos de injerencia rusa en la campaña presidencial estadounidense de 2016 y, sobre todo, sobre una posible «coordinación» entre miembros del equipo de Trump y el Gobierno ruso.