Internacional

Sectores de la MUD dan por «muerta» la coalición opositora a la dictadura de Nicolás Maduro

Algunos miembros de la Mesa de Unidad Democrática (MUD) han dado por «muerta» la coalición opositora, única fuerza capaz de rivalizar con el dictador Nicolás Maduro, debido a la «innegable» división interna que se ha hecho patente en las últimas semanas a raíz de las elecciones regionales que se celebraron el pasado 15 de octubre.

«Ha fallecido y lo digo con tristeza», ha declarado este miércoles el diputado opositor Richard Blanco, en una entrevista concedida a Unión Radio, en alusión a la MUD.

Blanco es el líder de la Fracción 16 de Julio, una escisión del grupo parlamentario de la MUD integrada por trece diputados de Alianza al Bravo Pueblo (ABP) y Vente Venezuela, dos de los partidos políticos más críticos con la coalición opositora que, de momento, siguen integrados en ella.

La Fracción 16 de Julio es «altamente opositora», ha destacado Blanco, en contraste con la MUD. «No nos vamos a doblegar bajo ningún concepto a decisiones que se puedan adoptar desde el régimen actual hacia los sectores que hacemos vida en la sociedad democrática», ha afirmado.

El principal punto de discordia es la decisión de la MUD de reanudar el diálogo con el Gobierno, después de varios intentos fallidos, el más reciente durante el pasado mes de septiembre por la negativa del Palacio de Miraflores a cumplir ciertos requisitos previos, como la liberación de los «presos políticos».

Tanto ABP –el partido del ex alcalde caraqueño Antonio Ledezma– como Vente Venezuela, liderado por la destacada opositora María Corina Machado, emitieron sendos comunicados advirtiendo de que se trata de un «diálogo ficticio» con el que el Gobierno intenta ganar tiempo para mantener a Maduro en el poder hasta las elecciones presidenciales de 2018.

La Fracción 16 de Julio y ambos partidos, así como otras formaciones de la MUD, entre las que se cuentan las de los líderes opositores Leopoldo López (Voluntad Popular) y Henrique Capriles (Primero Justicia), han criticado también la participación de la MUD en los comicios municipales y a la Gobernación de Zulia del 10 de diciembre.

Argumentan que no hay garantías suficientes para un proceso electoral justo porque el Consejo Nacional Electoral está controlado por el ‘chavismo’. Además, advierten de que, como pasó con los gobernadores electos, a los ganadores se les obligará a jurar ante la Asamblea Constituyente, que la MUD y la comunidad internacional consideran ilegítima.

Última oportunidad

Henry Ramos Allup, jefe de Acción Democrática (AC), un partido muy cuestionado por sus colegas de la MUD porque sus gobernadores electos tomaron posesión ante la Asamblea Constituyente, en contra de las directrices de la cúpula opositora, ha apelado a superar esta división «innegable» para hacer un frente común contra Maduro.

«Cada uno por separado no vamos a poder salir de esto», ha esgrimido, al tiempo que ha pedido a sus compañeros de filas que dejen de «sabotear» a la MUD, según informa el diario venezolano ‘El Universal’.

Ramos Allup ya denunció, en medio de la polémica por los cuatro gobernadores díscolos, que la coalición opositora estaba siendo víctima de partidos y dirigentes que buscan avanzar en sus agendas personales a costa de la propia agenda venezolana.

La semana pasada, otros dos diputados opositores, José Gregorio Aparicio y Romer Gusamana, anunciaron que dejaban la MUD por las «intrigas y peleas internas», pero reclamaron «un proceso de reingeniería» en la MUD para superar el «desastre» del 15 de octubre.

La coalición opositora ya se sometió a una profunda revisión a principio de año. Sin embargo, no ha conseguido levantar cabeza, lo que hace temer a sus aliados en la comunidad internacional que la cita con las urnas del próximo año llegue sin una alternativa real a Maduro.