Internacional
VISITA A LA CASA BLANCA

Sánchez disfraza de operación humanitaria el envío de inmigrantes de Biden a España: «Son refugiados»

El presidente estadounidense, Joe Biden, quiso tener enfrente al presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, para hablar de inmigración y de los inmigrantes que España empezará a asumir desde este mes para aliviar parte del caos migratorio en EEUU y, de paso, salvarle la papeleta al presidente de la primera potencia del mundo, muy castigado en las encuestas de su país.

Por su parte, el presidente del Gobierno español ha empezado a acuñar nuevos términos para referirse a lo que será una masiva llegada de irregulares a nuestros territorio: migración circular, movilidad segura, operación humanitaria, etc. Todo con el fin de enmascarar una realidad no explicada aún por el Ejecutivo para explicar porqué ha sido el único dirigente occidental que se ha prestado a participar en los planes de Joe Biden, con la excepción de Canadá que por razones geográficas se entiende su implicación.

El equipo de asesores y comunicación de Pedro Sánchez pretendieron desde un inicio que la cuestión migratoria no copase la atención de los medios de comunicación y que la reunión en la Casa Blanca se interpretase como un espaldarazo político de Biden a Sánchez. Sin embargo, el dirigente de la Casa Blanca habló en clave interna y lo primero que hizo tras agradecerle su apoyo a Ucrania, felicitó a su colega por poner a España como destino para los miles de inmigrantes irregulares que no vayan a EEUU.

«Dependerá de las necesidades del mercado laboral español»,  insistió Sánchez en rueda de prensa tras la reunión con Biden. Sin embargo, eso no es del todo cierto. De acuerdo con el principio de acuerdo suscrito entre EEUU, España y Canadá el 3 de mayo, el gobierno español se comprometió a «incrementar el número de personas procedentes de América Latina durante los próximos tres años a través de vías vinculadas a las necesidades del mercado laboral ampliando su programa de migración circular con una nueva vía complementaria para personas necesitadas de protección internacional».

El mismo día que el jefe del Ejecutivo se dirigía a la sede del gobierno estadounidense, éste lanzaba Movilidad Segura, su nueva plataforma con la que los inmigrantes podrán solicitar su envío a España.

A través de una web llamada Movilidad Segura (movilidadsegura.org), creada por el gobierno estadounidense con ACNUR de Naciones Unidas así como con la organización internacional para las migraciones (OIM), se explica que  «las personas refugiadas e inmigrantes elegibles serán consideradas para entradas humanitarias y otras rutas a los EEUU otros países [España] que puedan ofrecer estas oportunidades». 

El gobierno estadounidense ha establecido varios centros regionales de procesamiento en algunos países iberoamericanos, como Colombia y Guatemala, aunque prevé llegar hasta el centenar ante la avalancha de solicitudes que pretenden servir para dirigir a los refugiados e inmigrantes y evitar los riesgos asociados a la movilidad humana.

La gestión de dichos centros será llevada a cabo por las organizaciones de la ONU implicadas, pero serán los oficiales estadounidenses quienes estarán presentes para contribuir en la tramitación de la solicitudes. Según el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Kirby, «estos centros de tramitación abrirán en un futuro próximo». 

¿Cómo acabar en España?

El servicio de Movilidad Segura anuncia que hay cuatro posibilidades para venir a España: ser considerado refugiado, trabajos estacionales, acogida humanitaria para ciertas nacionalidades o por reunificación familiar.

Todo ello contrasta con lo dicho por el gobierno español. El Ministerio de Inclusión que dirige José Luis Escrivá dijo previamente que la única manera de aplicar para los inmigrantes que vengan a España será tener reconocido el estatus de protección internacional, es decir, tendrán que ser refugiados para ser tratados de la misma manera que los solicitantes de asilo de Siria o Ucrania.

Pero este planteamiento genera problemas porque la solicitud de asilo no se concede hasta pasado un tiempo desde su petición, por lo que aquellos inmigrantes a quienes posteriormente se les deniegue dicho reconocimiento con toda probabilidad ya estén en territorio español y localizarlos para su repatriación será una tarea muy compleja. Muchos de ellos se habrán movido a lo largo del territorio nacional y otros tantos se habrán desplazado hacia el resto de países europeos.

Las personas en la región podrán hacer una cita desde su teléfono para visitar la oficina más próxima antes de viajar, obtener una entrevista con especialistas en inmigración, y una vez reúnan los requisitos serán enviadas a España.