Internacional

Qatar es acusado de usar un banco británico para «promover» causas islamistas

Un banco británico cuyo accionista mayoritario es el Estado de Qatar presta servicios financieros a múltiples organizaciones británicas vinculadas a causas islamistas, según ha revelado una investigación del periódico inglés The Times. Varios de estos clientes, una mezquita y tres organizaciones benéficas, han visto sus cuentas cerrarse en otros bancos del Reino Unido como HSBC, Barclays, NatWest y Lloyds TSB.

Al Rayan cuenta entre sus clientes a una organización benéfica prohibida en EEUU, por considerarlo una entidad terrorista, y a grupos que promueven predicadores islamistas de línea dura y una mezquita cuyo histórico administrador es un líder de Hamás. Su director ejecutivo hasta abril de este año, Sultan Choudhury, también fue director no remunerado durante siete años, hasta 2016, del brazo británico de un instituto religioso mundial entre cuyos oradores e instructores se incluyen defensores del matrimonio infantil, de la circuncisión femenina y de la pena de muerte por adulterio y apostasía. Choudhury formó parte del equipo directivo fundador del Banco Islámico de Gran Bretaña (IBB), cuando se abrió en 2004, como era conocido la institución previa a la compra por parte de  Al Rayan Bank en 2014.

Hasta cuatro entidades que trabajan con Al Rayan, con sede en Birmingham, están siendo investigados por el regulador de organizaciones no gubernamentales inglés, Charity Commission, y dos han sido objeto de consultas recientes por parte del regulador británico de las telecomunicaciones, Ofcom. Otros titulares de cuentas son organizaciones británicas estrechamente alineadas con los objetivos de los Hermanos Musulmanes.

El banco islámico más grande y antiguo de Gran Bretaña ofrece servicios de banca minorista que cumplen con la ley sharía a más de 85,000 clientes. Su sucursal en el barrio de Knightsbridge está directamente enfrente del famoso centro comercial de la capital inglesa, Harrod’s. Sir John Jenkins, ex embajador en varios países de Oriente Medio, acusó a Qatar de «promover sistemáticamente causas islamistas, incluso en el Reino Unido». Un diputado conservador dijo que plantearía el asunto al secretario del Interior «con carácter de urgencia», según la información publicada por el jefe de investigaciones del periódico, Andrew Norfolk.  

Al Rayan cumple con todos los requisitos legales y reglamentarios para operar como un banco británico. Quince organizaciones islámicas controvertidas a las que presta servicios bancarios tienen derecho legal a operar en Gran Bretaña. The Times estableció a través de registros disponibles públicamente una lista de clientes del banco británico, organizaciones que tienen una cuenta bancaria en Al Rayan, e incluye grupos de presión, organizaciones benéficas de ayuda, mezquitas. Entre los clientes están el Islamic Forum Trust, una organización islamista no violenta pero radical, el ala benéfica de un movimiento que busca crear un orden político y social islámico en Europa; el brazo de financiación de Peace TV, un canal de televisión por satélite dirigido por un predicador indio, conocido por sus discursos de odio, prohibido en Gran Bretaña después de que dijera que «todos los musulmanes deberían ser terroristas»; o la mezquita de Finsbury Park, uno de cuyos financiadores desde 2005 hasta el año pasado fue gobernante de Hamás y se dice que dirigió el terrorismo en Cisjordania. La mezquita dice que es una organización benéfica británica y que no tiene relación con Hamás.

Los accionistas controladores del banco son instituciones del estado qatarí. Uno de los directores del banco, Adel Mustafawi, es el vicepresidente del club de fútbol francés Paris Saint-Germain (PSG). Qatar, una nación de menos de tres millones de personas, de las cuales poco más de 300,000 son ciudadanos qataríes es conocido por comprar el PSG y por su contenciosa candidatura ganadora para organizar la Copa Mundial 2022.

Al Rayan Bank es propiedad en un 70% del segundo banco más grande de Qatar, Masraf Al Rayan, cuyos principales accionistas son instituciones del estado qatarí. El 30% restante está en manos de un brazo de inversión del fondo soberano del emirato. El apoyo del Qatar a los Hermanos Musulmanes y su supuesta financiación terrorista fueron motivos que llevaron a Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos, Bahréin y Egipto a introducir un bloqueo económico en 2017 sobre el emirato del Golfo aun vigente.