Los problemas legales de Hunter Biden ponen en peligro la reelección de su padre como presidente

Aunque desde la Casa Blanca respiraban tranquilos desde hace un mes pensando que el talón de Aquiles del presidente de EEUU, Joe Biden, los continuos escándalos de su hijo Hunter estaban a punto de disiparse, un nuevo giro de acontecimientos ha encendido las alarmas en el equipo presidencial.

A poco más de un año para las elecciones presidenciales en el país, llegar a la campaña con una buena cantidad de preguntas y sombras de sospecha del papel que el presidente  Biden tuvo con su hijo mientras hizo negocios en China o Ucrania, es pura artillería para los republicanos que tienen que soportar lo suyo con las investigaciones contra Donald Trump que ya son tres.

Las encuestas electorales no son nada favorables a Biden y hablan de un posible empate con los republicanos, que todavía no tienen cabeza de lista por estar sumidos en su campaña de primarias. Donald Trump es quien mejor está situado para salir elegido por los militantes y simpatizantes de la derecha estadounidense, pero aún quedan muchos meses para ello. Otro de los problemas de Joe Biden es su gran impopularidad que supera incluso a la peor de Trump durante su mandato.

Tampoco le ayuda la labor de la vicepresidenta, Kamala Harris, quien además de permanecer invisible en su puesto ha sido objeto de críticas por su falta de actividad y sus discursos vacíos de contenido.

Pero a la relación pasada entre Joe Biden y su hijo hay que sumar también el supuesto trato de favor, que desde el Departamento de Justicia que dirige la administración presidencial, se le dio a Hunter el mes pasado que con un simple papel admitiendo su culpabilidad pretendía dar carpetazo legal al caso del fraude fiscal y posesión ilícita de armas.

Un sondeo de Reuters realizado el mes pasado desveló que la mitad de los estadounidenses cree que Hunter Biden está recibiendo un trato favorable por parte de los fiscales al ser hijo del presidente, del mismo modo que la inmensa mayoría no cree que las acusaciones en su contra están políticamente motivadas, un aspecto que difiere considerablemente con lo que se piensa sobre las investigaciones contra el ex presidente Trump.

Desde la Cámara de Representantes ya se han iniciado las investigaciones y las audiencias para desentrañar esa posible cadena  de favores e intereses para proteger al hijo del presidente, y por ende, al actual inquilino de la Casa Blanca, a quien por cierto también se le está investigando por un mal manejo de documentos secretos que fueron localizados en su casa y en su despacho de la Universidad de Pensilvania.

El Presidente Biden ha respaldado públicamente a su hijo en sus luchas legales y personales. La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, señaló el miércoles que Hunter Biden es «un ciudadano particular» y que sus problemas con la justicia son una «una cuestión personal”. «El presidente y la primera dama quieren a su hijo y le apoyan mientras sigue reconstruyendo su vida», subrayó Jean-Pierre.

Sin embargo, el carpetazo del miércoles no fue tal y seguramente los periodistas seguirán preguntando por el caso Hunter Biden a la administración presidencial. Así, Karine Jean-Pierre, descartó este jueves  con rotundidad que el presidente Biden, vaya a indultar a su hijo Hunter.

Cuestionada por esta posibilidad por parte de un periodista, Jean-Pierre respondió con un tajante «no». Cuando iba a ser repreguntada por el asunto, la portavoz de la Casa Blanca interrumpió al reportero para afirmar: «Simplemente he dicho que no».

La vida de Hunter ha estado marcada por sus luchas contra las drogas. A diferencia de su padre, quien es abstemio, Hunter comenzó a beber desde la adolescencia y admitió abusar de la cocaína en su etapa universitaria. A lo largo de los años, ha ingresado repetidamente en centros de rehabilitación para superar su adicción.

Su vida amorosa tampoco ha estado exenta de controversia. Durante su divorcio en 2017, se revelaron gastos excesivos en drogas, alcohol, prostitutas y regalos para mujeres con las que tuvo relaciones sexuales, dejando a su familia en serios problemas financieros. La ruptura matrimonial se produjo en medio de una intensa lucha contra la adicción a las drogas, algo que su ex esposa, Kathleen Buhle, describió como «desgarrador y doloroso».

Hunter también tuvo un hijo con una stripper, Lunden Alexis Roberts, y fue demandado para asumir la paternidad. La prueba de ADN confirmó su relación biológica y legal con el niño, por lo que ahora paga manutención para sus hijos.

Además, Hunter inició una relación con Hallie Biden, la viuda de su hermano Beau, después de compartir un «dolor muy específico» por la pérdida. Posteriormente, tuvo un matrimonio relámpago de seis días con la cineasta sudafricana Melissa Cohen, con quien ahora tiene un hijo.