Obama aprobó en silencio una ayuda de 221 millones para Palestina en su último día en la Casa Blanca
La administración de Barack Obama liberó en silencio una bolsa de 221 millones de dólares destinados a la Autoridad Nacional Palestina en un desafío a los republicanos a pocas horas de que el presidente electo Donald Trump jurase su cargo pasando a ocupar la Casa Blanca.
Según ha revelado un funcionario del Departamento de Estado y varios asesores del Congreso, la administración saliente notificó que este dinero -al que hay que sumar 4 millones para programas sobre el cambio climático, 1,25 para organizaciones de la ONU y otros 1,05 millones para las oficinas gubernamentales en Afganistán y Pakistán- iba a ser gastado a través del secretario de Estado John Kerry. La notificación escrita fue fechada el mismo viernes 20 de enero por la mañana.
El Congreso había aprobado esta financiación a la Autoridad Palestina anteriormente tanto en 2015 como en 2016, pero entonces dos legisladores republicanos habían hecho valer sus posiciones para poner en suspenso estas acciones. Hay que destacar que estas suspensiones suelen respetarse por el Congreso, pero no son legalmente vinculantes una vez que el destino de los fondos a gastar ya ha sido aprobado, como era el caso.
Ayudas políticas a Palestina
La administración de Obama llevaba tiempo presionando para activar este gasto en favor de la Autoridad Nacional Palestina, unos fondos que saldrán de la Agencia Estadounidense para el Desarrollo Internacional y que serán utilizados tanto en Gaza como en Cisjordania tanto para ayuda humanitaria como para impulsar iniciativas y reformas políticas y de seguridad de cara a un futuro estado palestino, según la notificación enviada al Congreso para explicar este gasto.
El presidente entrante Donald Trump siempre se ha presentado como un gran defensor de Israel y ya ha invitado al primer ministro hebreo Benjamin Netanyahu ha visitar la Casa Blanca el próximo mes. También ha insistido en su intención de mover la embajada de Estados Unidos a la ciudad de Jerusalem, aunque esta decisión aún no ha sido tomada. Está por ver ahora cómo reacciona Trump a este último movimiento silencioso hecho por Obama apurando su tiempo en la Casa Blanca.