Internacional
ARGENTINA

Milei gana apoyos para la segunda vuelta mientras el ‘Plan Platita’ de Massa hunde la economía

El deterioro de los salarios explica el salto de la pobreza que alcanza casi a la mitad de los argentinos

A menos de una semana de las elecciones generales que derivaron en la segunda vuelta que tendrá lugar el 19 de noviembre entre el peronista Sergio Massa, actual ministro de Economía del kirchnerismo al frente de Unión por la Patria (UP) y Javier Milei, candidato de La Libertad Avanza (LLA), Argentina se convulsiona. Mientras Milei se refuerza con el apoyo de Patricia Bullrich, el país ya padece el festival de despilfarro que acometió Massa para comprar votos con el Plan Platita: la inflación va camino a superar el umbral del 200%, falta nafta (combustible) en todo el país y las colas ante las gasolineras son kilométricas. A esto hay que sumar la caída de las exportaciones, el hundimiento de las reservas internacionales y una actividad económica 10% más baja que una década atrás.

Argentina comienza a pagar las consecuencias del Plan Platita.  Massa implementó todas las mañas que le permitieron una remontada descomunal, que sumó 3,2 millones de votos. Para lograrlo lanzó el Plan Platita por el que emitió 5 billones de pesos entre las PASO y las Generales, para comprar votos: el mayor despilfarro fiscal ocurrido en democracia. La Provincia de Buenos Aires, bastión del kirchnerismo, recibió más transferencias discrecionales que todas las demás provincias juntas.

Javier Milei.

Massa desplegó un paquete de medidas equivalentes a casi 2 puntos del PIB. El programa incluyó bonos temporales para jubilados, bonos para empleados públicos, aumentos en planes sociales, créditos baratos para jubilados, reparto de bicicletas y electrodomésticos, bonos para el sector informal por $180.000 millones y planes para el turismo pagados por las arcas públicas, además del congelamiento de tarifas de servicios públicos, y combustibles que han provocado una enorme distorsión de los precios y todo tipo de cepos cambiarios para mantener artificialmente el precio del dólar.

Esto desequilibró completamente las finanzas públicas y el déficit primario creció hasta el 2,6% del PIB en septiembre con el peligro de romper las metas pautadas con el Fondo Monetario Internacional. El mayor circulante de pesos en la economía aumentó la inflación que se estima podría llegar al 200% para fin de año. El deterioro de los salarios explica el salto de la pobreza que alcanza casi a la mitad de los argentinos.

En estas horas ha estallado una nueva crisis, ya que debido al congelamiento del precio de los combustibles se ha generado una pronunciada escasez y en consecuencia racionamiento y largas filas en todo el país para poder cargar los tanques. La falta de dólares está produciendo la suspensión de operaciones quirúrgicas, estudios y tratamientos de salud. Para completar el panorama, este mes Argentina alcanzó el récord de ser el país con la tasa de interés más alta del mundo, por encima de Zimbabwe, e integra el podio de la presión tributaria superada sólo por Bielorrusia y Venezuela.