Internacional
Se gastó más de 1.000 euros en el servicio

Maduro se pega una comilona en el mejor restaurante de carne del mundo mientras mata de hambre a su pueblo

Venezuela se encuentra en plena crisis económica y humanitaria, con una inflación galopante, un gobierno dictatorial, corrupto y sin soluciones para la hambruna que sufre su pueblo y una devastadora carestía de medicinas, además de alimentos. Razones estas que, sin embargo, no son óbice para que el tirano Nicolás Maduro se haya dado, junto a su mujer, una comilona de lujo en Turquía preparada por uno de los más famosos chefs mundiales.

Maduro regresaba a Venezuela desde China junto a su mujer Cilia Flores. Decidieron parar en Turquía para cenar en uno de los restaurantes del chef Nusret Gökce, Salt Bae por su nombre artístico, mundialmente conocido por la calidad de sus carnes, su forma de cocinarla y la peculiar forma de echar la sal sobre las piezas.

Un servicio estándar para una persona puede superar los 300 euros, y Maduro estaba acompañado por su mujer. Eso en Turquía, en la franquicia neoyorquina del mismo chef el precio es mucho mayor. Pero la factura real de la comilona que el tirano venezolano se dio es mucho más alta. Como se observa en el vídeo, en el ágape no faltaban los detalles. Para empezar, un servicio personalizado hasta el punto de que el propio chef fue el encargado de hacer los cortes de la carne y servir en primera persona a Maduro y consorte. Y, para acabar, el regalo personalizado que el dictador recibió: una caja de puros con su nombre grabado y lleno de material, que probó en el propio local, a pesar de que en Turquía está prohibido fumar en restaurantes cerrados.

Además, Maduro recibió una camiseta con la icónica imagen del chef, que no dudó en fotografiarse y pasar un rato con el tirano. Después, el propio Nusret Salt Bae colgaría los vídeos de la ocasión en las redes sociales acompañando las imágenes de un mensaje: «Quisiera agradecer al presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, su visita». Poco después el chef borraría los mensajes de Instagram, donde cuenta con 16 millones de seguidores, pero los vídeos seguían disponibles en Twitter, donde la cifra de seguidores es de 321.000.

Poco importó a Maduro que el 87% de los hogares venezolanos vivan bajo el umbral de la pobreza y que el 64% de sus conciudadanos hayan perdido peso durante el pasado año, con una media de 11,4 kilos de media por persona. Para hacer una parada en Turquía y degustar la carne del chef Nusret Salt Bae en un reservado sí tuvo tiempo y presupuesto el dictador venezolano.