Internacional
Situación en Venezuela

Médicos con miedo, kits defectuosos y un paupérrimo control en la frontera: la realidad venezolana

“En Venezuela no se vive, se sobrevive”, afirma desde la ciudad venezolana de Mérida el fotógrafo Miguel Zambrano. El escenario que encontramos en el país es el de un personal sanitario que huye de los hospitales donde trabaja por miedo al contagio del coronavirus. Se sienten desprotegidos y sin ayudas, para luchar contra esta crisis sanitaria a la que se le suma la inestabilidad política que vive el país desde hace años.

“El sueldo de un médico en Venezuela varía entre los cuatro y los seis dólares, quizás como mucho puede alcanzar los diez dólares mensuales”,“sin embargo, un enfermero gana mucho menos”, explica  Zambrano a OKDIARIO. La moneda norteamericana ha subido y, por tanto, el sueldo de las familias ha bajado.

El fotógrafo relata que el 80% de los hospitales en Venezuela no tienen agua potable, ni siquiera una planta eléctrica cuando se va la luz… teniendo en cuenta que el país sufre apagones constantes y el año pasado estuvieron cincos días en un apagón nacional.

Actualmente, en Venezuela se sufren cortes de luz de entre nueve y doce horas. Por ello, los venezolanos se ven en la necesidad de cocinar toda la comida del día cuando disponen de energía.

Estos datos encajan con los que el diputado opositor José Manuel Olivares dijo en rueda de prensa, de forma telemática: “Un 70% de los hospitales no tienen agua todos los días para lavarse las manos, el 60% no tienen jabón, no hay mascarillas, mucho menos los protectores para intubaciones y cosas que requieran en la terapia intensiva”.

El personal sanitario ni siquiera se puede lavar las manos y los equipos de protección que tienen son muy básicos. Zambrano cuenta que las donaciones en hospitales han sido más por parte de los ciudadanos y empresas con intención de ayudar, que por parte del Gobierno. Estas donaciones se pueden aprovechar un máximo de un mes, siendo optimistas, pero no más.

El 13 de marzo se anunciaron los primeros dos casos de coronavirus y posteriormente el 17 de marzo se inicio la cuarentena. Se estableció el toque de queda entre las 6 y las 14 horas. Aunque el fotógrafo siente que el venezolano no esta concienciado de las altas probabilidades de contagio que tiene el covid-19.

Filas en las estaciones de Trolebus. Fotografía de Miguel Zambrano.

El Gobierno de Maduro anuncio 256 casos de coronavirus y nueve fallecidos a nivel nacional. Sin embargo, entre los venezolanos se dice que las pruebas que se realizan para detectar el virus son poco fiables. Miguel Zambrano asegura “estas pruebas provienen de China y son las que muchos gobiernos rechazaron y Venezuela las acepto”. Teniendo en cuenta este escenario, el margen de error que se puede obtener en estos kits es grandísimo.

El presidente interino, Juan Guaidó, anuncio que iba a dar bonos de cien dólares mensuales a los trabajadores del sector de la salud para combatir el covid-19. Estos fondos se transferirán a través de un “monedero virtual” creado por la OEA.

“Los grupos de desinfección se han encargado de lugares muy puntuales: gasolineras, lugares de protección civil, hospitales”, relata Zambrano a OKDIARIO. Añade que no se desinfectan estas zonas todos los días, solamente una vez. Las medidas no se realizan de forma constante.

Sumemos que la desinformación que vive Venezuela crea incertidumbre, ya que los únicos telediarios extranjeros que se ven son los españoles. El fotógrafo documental relata “las personas se informan por redes sociales pero sabemos que existe una gran cantidad de información que es falsa”.

La frontera

Según la información que tiene Miguel Zambrano,“más de 4.000 personas han entrado desde Colombia” y relata que “cuando los venezolanos llegan a la frontera, se deben de dirigir a un terminal, donde muchos tuvieron que pasar entre catorce o quince días ahí. Para ver si presentaban algún síntoma porque se ha dicho que todas las personas que entraron al país, ninguno estaba contagiado hasta el momento. Las pruebas que se hacen en la frontera es solo, tomar la temperatura”.

Pese a que en los en los hospitales se han habilitado zonas para atender a pacientes con covid-19, de nada sirve si gran parte de esos hospitales no cuentan con respiradores para atender a estas personas. “En Mérida solo hay 13 respiradores para los ciudadanos afectados por el virus, de ahí el miedo al colapso” añade Zambrano.

“La gente va a morir en sus casas porque los hospitales no cuentan con recursos”, así es la triste realidad de una Venezuela convulsa contada por un ciudadano que no quiere perder la esperanza.

Si no era suficiente con las muertes por desnutrición, con los presos políticos y con la continua inestabilidad por la que vive el país latinoamericano sumarle una crisis sanitaria es ponerle la guinda al pastel. Vivir en Venezuela se ha convertido en un lujo de los que pocos pueden hacer alarde. Miguel sentenció: “Seguiremos sobreviviendo”.