Internacional

Lilian Tintori denuncia que lleva un mes sin poder ver a Leopoldo López, preso político de Maduro

La dictadura venezolana presiona en todos los resortes posibles para tratar de bajar la moral y la determinación de los ciudadanos demócratas, cientos de miles, que salen a la calle cada día a exigir pan, medicinas, libertad y democracia. Y, de paso, machaca a sus líderes, concretamente a Leopoldo López, preso político desde hace más de tres años, y líder de Voluntad Popular, uno de los partidos integrados en la Mesa de Unidad Democrática (MUD).

Lilian Tintori, esposa del líder democrático preso en la cárcel militar de Ramo Verde, ha denunciado una vez más el mes que lleva sin poder ver a su marido, a quien le han prohibido las visitas familiares, las llamadas, y al que «torturan cada día».

Lilian Tintori, esposa del preso político Leopoldo López, ante los guardias que le impiden entrar a verlo en Ramo Verde.

Tintori ha denunciado este fin de semana a través de una serie de mensajes publicados en su cuenta de Twitter que lleva ya cuatro semanas sin ver a su esposo, puesto que los efectivos de seguridad de la cárcel militar de Ramo Verde le impiden el acceso.

Esta prohibición se une a la anterior, en la que Tintori estuvo más de mes y medio sin poder visitar a su marido, en el inicio de las manifestaciones que desde el 1 de abril llenan las calles de Venezuela cada día exigiendo el fin de la tiranía bolivariana. Hasta el momento, son más de 80 las personas asesinadas en estos tres meses de marchas contra Maduro.

La Policía Nacional (PNB), la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) y los colectivos armados por el régimen —milicianos civiles afectos al chavismo que, montados en motos de gran cilindrada siembran el terror impunemente— son los responsables, según la Fiscalía General, de esta «represión brutal y salvaje» que «subvertido el orden constitucional».

La titular de la Fiscalía, Luisa Ortega Díaz —seguidora afecta de hugo Chávez y rival ahora de la deriva de su heredero, Nicolás Maduro— ha llegado a señalar que «Venezuela ya no es un Estado de derecho, sino un Estado policial». Esta declaración y su posición desde el primer día contraria al intento de Maduro de laminar todos los resortes de la división de poderes, la han llevado a un juicio que se seguirá en esta semana contra ella con el objetivo de destituirla de su cargo.