Internacional

Las cajas negras revelan un gran ruido justo antes de la explosión del avión ruso

Los investigadores que trabajan tratando de desentrañar qué causó la tragedia aérea que el pasado sábado acabó con las vidas de las 224 personas que iban a bordo del Airbus A321 ruso que cayó sobre el Sinaí siguen afanándose en extraer todos los datos de las dos cajas negras. El dispositivo que almacena el audio recogido en cabina es el más dañado, pero podrá ser analizado según apunta el líder de los analistas, Ayman al-Muqaddam.

Los investigadores han determinado que el piloto automático estaba conectado cuando sucedió el accidente. Las cajas negras han revelado que se escuchó un sonoro ruido en el último segundo de la grabación. Ese archivo se enviará ahora a un laboratorio especializado para un análisis más pormenorizado.

Un análisis más exhaustivo de las frecuencias del sonido revelarán el origen del ruido y si fue causado por una bomba

Un exhaustivo análisis de las frecuencias de ese sonido podría revelar si el ruido generado por la explosión proviene de un accidente o de una fuente artificial y deliberada, esto es, de una bomba.

Muqqadam, que comanda un equipo con investigadores rusos, franceses, alemanes e irlandeses, ha asegurado que “todos los posibles escenarios se están contemplando” en relación a la causa del accidente, incluyendo, además de la bomba, algún tipo de fatiga estructural en la nave, una explosión de combustible, o incluso algún problema con las baterías de litio –las que llevan los móviles-.

A Egipto no le gusta la posibilidad de la bomba

Muqqadam, egipcio, se alinea en principio con la tesis defendida por su país. A Egipto, fuertemente dependiente de la economía del turismo y país enemigo del Estado Islámico, la confirmación de que fue un atentado terrorista el hecho causante le resultaría especialmente desasosegante. A Rusia tampoco le hacía ninguna gracia aceptar la posibilidad del atentado, pero ya han comenzado a reconocer esa opción como posible, la que siempre defendió la compañía Kogalymavia.

Al Muqqadam, jefe de los investigadores presentando sus primeras conclusiones (Foto: Reuters)

Por su parte, fuentes de Reino Unido y Estados Unidos tienen informes de espías que afirman haber escuchado voces de milicianos sospechosos jactándose de que una bomba, probablemente escondida entre el equipaje, había tirado el avión.

Medios británicos se han referido durante hoy sábado al hecho de que ya el pasado mes de agosto un avión de pasajeros inglés había estado cerca de ser alcanzado por un cohete cuando se disponía a aterrizar en el resort vacacional de Sharm el-Sheijj, aunque el gobierno británico había explicado en su momento que aquel incidente no era un ataque sino una mala coordinación con rutinas miliatres del ejército aliado egipcio.