La comisaria europea de Rumania, acusada de dejación de funciones y absentismo
El periódico Politico Europe ha destapado una nueva polémica dentro del Ejecutivo comunitario liderado por Jean Claude Juncker. La comisaria de Política Federal, la rumana Corina Creţu ha sido objeto de una profunda investigación por parte de este medio americano. Tanto ella en su página en Facebook, como los portavoces comunitarios en rueda de prensa, ya se han defendido aportando su versión de los hechos.
Los inicios de Corina Creţu en la Comisión no estuvieron exentos de polémica. Fue la gran apuesta del primer ministro rumano, Victor Ponta, quien dimitió recientemente por corrupción. La candidatura recibió fuertes críticas de miembros de las filas conservadoras. Hasta tal punto, que varios líderes remitieron un escrito a Juncker para pedirle que desestimara su nombramiento. Finalmente no prosperó la petición y desde el comienzo de la legislatura europea es la encargada del control del reparto de más de 350.000 millones de fondos regionales, cobrando 12.000 euros al mes.
Politico Europe afirma que cerca de la mitad de su gabinete a dimitido tras menos de un año de trabajo. 8 de 19 personas han dejado su puesto, según el medio, por los particulares hábitos de trabajo de la política rumana. Los empleados afirman que la oficina se rige por el caos tras las salidas del jefe del gabinete, del subdirector o del responsable de comunicación, entre otros.
La comisaria supuestamente cuenta con un horario de trabajo muy ligero y tiene tendencia a combinar viajes oficiales con los viajes de ocio. Pide al personal europeo que lleve a cabo sus tareas personales, tales como: lavar la ropa, hacer la compra en el supermercado o pasear en chófer oficial a familiares.
Lo habitual es que no tenga ninguna actividad oficial planificada para los lunes, jueves y viernes lo que significaría que no está trabajando durante esos días. Prácticas desveladas tras las investigaciones de los periodistas después de hablar con 11 miembros de su oficina y tener acceso a los horarios de los últimos 12 meses de Creţu.
La máxima responsable de Política Regional de la UE tiene una de las tasas de absentismo más altas de toda la Comisión Europea. Se ausenta a una de cada cuatro reuniones con sus homólogos, incluyendo hasta 10 consejos de comisarios europeos. Reubica y pospone reuniones con frecuencia y suele cancelar a última hora su presencia enviando a un miembro de su equipo sin tiempo para preparar dichos encuentros. Dice Creţu que no es una “persona de mañanas” y se escuda en el tráfico bruselense para justificar sus retrasos.
La política socialdemócrata de 48 años trabajó de joven como periodista, es economista de formación y ha sido previamente durante tres mandatos eurodiputada, siendo vicepresidenta del Parlamento Europeo y vicepresidenta del grupo de Socialistas Europeos. En sus comienzos políticos fue consejera y portavoz de la Presidencia con Iliescu en 1996, primer presidente democrático tras la dictadura comunista.
Otras acusaciones giran en torno a actitudes de arrogancia frente a las normas de la Comisión. Por ejemplo, según las citas consultadas por Politico la socialdemócrata fuma y enciende velas espirituales en su despacho contraviniendo la norma que funciona en todas las instituciones europeas. Comentan que suele decir que en Rumania “un ministro puede hacer lo que quiera” y dicen que su máxima es “hacer lo menos posible pero hacerlo eficientemente”.
Reacciones
En este momento no hay ninguna investigación abierta en la Comisión. Por el contrario, la portavoz comunitaria Margaritis Schinas ha declarado que Corina es “uno de los miembros más fuertes del Gobierno Juncker” y que realiza “un gran trabajo como comisaria de política regional para el empleo y el crecimiento”.
Ella dice, en recientes entrevistas, que los días que se toma libre son “para leer y no para ir de compras”, ya que, cuenta, que cuando trabaja no lo hace por menos de 8 o 10 horas. Dice que es de ese tipo de personas incapaz de decir no, durante este año ha visitado 24 países y teniendo 700 personas a su cargo tiene que estar preparada.
Uno de los viajes que más se ha cuestionado ha sido su visita a la isla caribeña de Reunión en mayo a la que hubiera acudido también su marido. El periódico dice que un viaje de trabajo de 4 días se convirtió en unas vacaciones de 10 días en esa isla del Océano Índico. Ella afirma que pagó de su bolsillo los días extra.
Según varias fuentes del medio, Corina habría revelado a la esposa del dimitido presidente Ponta sus planes para postularse como cargo público en la presidencia de un banco rumano.
En su página en Facebook la política rumana ha escrito que está orgullosa de sus logros, de su organización del trabajo y que siempre lleva a cabo sus actividades con «honestidad e integridad». Añade que tiene “intención de mantener este ritmo de trabajo el próximo año para garantizar la aplicación de los programas sobre el terreno”.
Entiende que “los cambios de personal en los gabinetes no son excepcionales, especialmente en el primer año, cuando muchos se dan cuenta de que el ritmo de actividad es mucho más alto de lo que imaginaban cuando aceptaron el desafío”. Concluye asegurando que sus últimos 25 años de su vida los ha dedicado al trabajo y no “no voy a abdicar de estos principios”.
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