Internacional
ECUADOR

El ex dirigente de Ecuador Jorge Glas, detenido en la embajada de México, en coma tras intentar suicidarse

Jorge Glas fue detenido por la Policía ecuatoriana el pasado viernes tras asaltar la Embajada de México

Las autoridades han trasladado al hospital de Guayaquil al ex vicepresidente ecuatoriano, Jorge Glas, después de que haber intentado suicidarse con una sobredosis de antidepresivos y sedantes. Jorge Glas, detenido este viernes en por la Policía de Ecuador tras asaltar la Embajada de México,  se encuentra en coma.

El ex vicepresidente Jorge Glas, condenado a prisión por corrupción, ahora se enfrenta a una acusación de malversación de fondos en Ecuador. Favorito para suceder al ex presidente Rafael Correa, prófugo de la Justicia de Ecuador, había buscado refugio en la Embajada de México con la intención de evitar su detención. La semana pasada protagonizó una crisis diplomática cuando la Policía ecuatoriana, que entró en la Embajada de México, lo trasladó a La Roca, una cárcel de máxima seguridad.

El presidente de Ecuador, Daniel Noboa, empresario de centroderecha, que ha basado su campaña en luchar contra el narcotráfico y la violencia, ha defendido la decisión de detener a Glas, calificándolo de delincuente y no de preso político. Noboa, que libra una creciente crisis de seguridad en la región, ha reiterado su postura, afirmando que tenía la «obligación» de detener a personas como Glas o el país se enfrentaría «al riesgo inminente de su fuga». «Ecuador es un país de paz y justicia», ha insistido, el cual ha recordado que «respeta a todas las naciones y el derecho internacional».

Glas, vicepresidente de Correa entre 2013 y 2017, había sido condenado a prisión por corrupción, según ha informado la oficina presidencial de Ecuador en un comunicado, en el que se ha añadido que existe una orden de detención contra él. A Glas, que ha vivido en la embajada en la capital de Ecuador desde diciembre, México le concedió asilo político el pasado viernes tras su enfrentamiento con Ecuador, cuyo presidente Daniel Noboa intenta pasar página a los años de corrupción del correísmo.

La Policía ecuatoriana asaltó el pasado viernes por la noche la Embajada de México en Quito para detener al ex vicepresidente ecuatoriano Jorge Glas, acusado de corrupción, que se había refugiado en la citada legación mexicana. El incidente llevó a México a suspender sus relaciones diplomáticas con Ecuador, al considerar que la entrada forzada violó la soberanía del país.

Además, el presidente de México Andrés Manuel López Obrador ha realizado comentarios en contra del político asesinado en Ecuador Fernando Villavicencioenfrentado a Correa por sus hallazgos en contra de este político. México se ha convertido en un santuario de correístas prófugos de la Justicia. Villavicencio, que fue asesinado en agosto de 2023 por un grupo de sicarios por denunciar la corrupción de políticos de extrema izquierda, había denunciado ante la Fiscalía ecuatoriana la presunta financiación de Podemos a manos del correísmo.

Entre otros, el entonces candidato a las elecciones de Ecuador trazó un esquema, al que tuvo hace meses acceso en exclusiva OKDIARIO. En el mismo, se desgranaba la corrupción de Podemos, partido fundado por Pablo Iglesias y Juan Carlos Monedero, y los fondos que recibían desde el Gobierno de Rafael Correa, que más tarde le presentó a la fiscal general en su país, Diana Salazar.

Glas, ex vicepresidente de Ecuador con Rafael Correa, había sido condenado a prisión por corrupción en Ecuador. Ahora el presidente Daniel Noboa intenta pasar página a los años del correísmo. En cambio, sus corrientes siguen teniendo una importante presencia en sectores de la sociedad ecuatoriana. Noboa ha empezado a aplicar unas políticas conservadoras y económicamente liberales, alejadas del intervencionismo de corte socialista y del populismo de izquierdas, marcando en rojo la lucha contra el narcotráfico y las pandillas.

Daniel Noboa, empresario, ha empezado a aplicar unas políticas conservadoras y económicamente liberales, alejadas del intervencionismo de corte socialista y del populismo de izquierdas con marca iberoamericana, marcando en rojo la lucha contra el narcotráfico y las pandillas. El líder de centroderecha, de 36 años, llegó al poder en noviembre pasado después de que el presidente Guillermo Lasso, que se enfrentaba a un proceso de destitución por acusaciones de malversación de fondos, convocara elecciones anticipadas. Noboa, que estará en el cargo hasta mayo de 2025, el resto del mandato de Lasso, se ha marcado el objetivo de demostrar que puede restablecer la ley y el orden en una nación de casi 18 millones de habitantes. Tiene que hacer frente al narcotráfico, las pandillas del país y la corrupción dentro del gobierno.