Internacional

El embajador de Venezuela desafía al Gobierno español: «respeten nuestra democracia»

Nuevo enfrentamiento diplomático entre España y Venezuela. Si el dictador bolivariano aprovecha cualquier resentimiento de su crisis económica y social para arremeter contra el enemigo externo inventado, que suele ser Mariano Rajoy, esta vez ha sido la reivindicación de «libertad para los presos políticos venezolanos» del ministro español de Exteriores en funciones, José Manuel García-Margallo, la que ha levantado la tapa de los truenos. 

El embajador de Venezuela en España, Mario Isea Bohórquez, ha exigido este martes al Partido Popular (PP) que respete «el carácter democrático del Gobierno venezolano y sus instituciones», ha repudiado «sus persistentes actos de injerencia» y ha acusado al partido gobernante de involucrar a su país en la política interna española.

El embajador reaccionaba a las declaraciones de García-Margallo en un foro celebrado en Bakú, Azerbaiyán, en las que indicaba  que la liberación de los denominados presos políticos en Venezuela es indispensable para que el embajador español en Caracas regrese a su puesto tras haber sido llamado a consultas por el Gobierno en funciones de Mariano Rajoy.

Pleno del Congreso

Este miércoles, a petición del PP, se debatirá una proposición no de ley en el Congreso de los Diputados que pide la «inmediata» liberación de los presos políticos venezolanos y que fuerza a todos los partidos españoles a fijar una posición sobre el Gobierno de Nicolás Maduro y la situación de la oposición.

«Repudiamos sus persistentes actos injerencistas, utilizando de manera partidista distintas plataformas institucionales, nacionales, regionales y hasta municipales del Estado español», ha manifestado Isea en un comunicado.

El diplomático venezolano ha criticado que las dificultades económicas de su país lleven a la justificación de querer derrocar a un «Gobierno democráticamente electo» y ha advertido de que, si ese criterio se generaliza, en un contexto de crisis económica global habrá muchos gobiernos que derrocar.

Asimismo, el embajador ha criticado que el PP plantee «cooperar para que Venezuela resuelva sus problemas económicos», pero que condicione al país para que «cambie el gobierno», estimulando así «las acciones violentas de la oposición».

En opinión del embajador, el Gobierno de España, en su lugar, «debería apoyar las iniciativas de diálogo en las que participan organismos regionales como UNASUR» que abogan por que los venezolanos resuelvas sus diferencias, como hace «la Comisión de la Verdad por la Paz y la Justicia en la que participan personalidades como el ex presidente de España José Luis Rodríguez Zapatero».

Asimismo, el embajador ha llamado la atención sobre «la casualidad» de que el PP presente una proposición no de ley sobre los denominados presos políticos de Venezuela el mismo día que las delegaciones de la oposición acuden a Washington para promover la aplicación de la Carta Democrática de la Organización de Estados Americanos (OEA), acto que coincide también con las manifestaciones convocadas para este miércoles por sectores de la oposición en varios lugares de Venezuela para denunciar los obstáculos para cesar a Maduro.

Isea ha denunciado que en este momento hay una nueva ofensiva cuya «intención es deslegitimar y presionar al Consejo Nacional Electoral para saltarse los mecanismos y lapsos legales establecidos».

En Venezuela, ha reiterado, no hay presos políticos, «a menos que quieran dejar en libertad a quienes han causado muertes, a corruptos, banqueros estafadores, financistas del narcotráfico». «Leopoldo López está pagando la condena tras un juicio por haber causado violencia, muertes, heridos. No está por capricho, hay una institucionalidad que lo juzga y lo condena», ha precisado el embajador.

«Golpes suaves en Latinoamérica»

Asimismo, el diplomático venezolano ha explicado que no se puede desvincular esta campaña del contexto latinoamericano, donde se siguen llevando a cabo «golpes suaves o parlamentarios» como el que estaría en marcha en Brasil contra la presidenta, Dilma Rousseff. «Está claro que es un ataque a la integración latinoamericana y caribeña», ha acotado.

«Se trata de una operación muy bien montada y continua que ha ido sumando empresas de información, medios locales, medios internacionales porque hay grandes intereses económicos detrás de todo esto», ha argumentado.

Según el embajador, los interesados «buscan el control de todas las fuentes de agua, controlar mercados y territorios para expansión». Al mismo tiempo, ha arremetido contra el llamamiento del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, a la Unión Europea pidiendo más gasto militar. «Esto demuestra que detrás de todo está el complejo militar industrial que tiene en la guerra su fuente de negocios más grande. No les importa la muerte de millones de personas, ya causadas en las guerras que han provocado, ni las que pudieran ocurrir en guerras civiles causadas por acciones antidemocráticas y violentas en América Latina», ha criticado.