Arabia Saudí tramitará visados para turistas de 49 países

Mohamed bin Salman
El príncipe heredero de Arabia Saudí, Mohamed bin Salman.

Una Arabia Saudí más abierta al mundo exterior. Es la estrategia diseñada por el Gobierno del país para que su estructura económica, muy dependiente del petróleo, diversifique poco a poco sus fuentes de ingresos. Una de sus últimas apuestas es el turismo. La Comisión Saudí para el Turismo y el Patrimonio Nacional (SCTH, en sus siglas en inglés) ha anunciado este viernes 27 que comenzará a expedir visados turísticos en breve. Cada documento costará 300 riales -unos 75 euros- y estará disponible para ciudadanos de 49 países.

La medida fue insinuada en una campaña publicitaria de mediados de septiembre, a través de la cual la SCTH anunció cambios en la gestión del turismo. La medida la ha hecho oficial el organismo público a través de un comunicado. Su presidente Ahmed al-Khateeb la ha valorado positivamente en un encuentro con Bloomberg News: “Abrir Arabia Saudí a los turistas internacionales es un momento histórico para nuestro país; los visitantes quedarán sorprendidos al descubrir los tesoros que podemos compartir”. Se ha anunciado, además, una nueva campaña de promoción alrededor del mundo y la implementación de mecanismos para monitorizar y analizar el turismo.

Es un paso importante para la apertura al exterior del régimen wahabita, tradicionalmente muy cerrado en sí mismo. Hasta ahora, el acceso a visados estaba restringido a peregrinos en ruta hacia La Meca, trabajadores residentes en el extranjero, personas en viajes de negocios y asistentes en ciertos eventos culturales y deportivos.

Las condiciones de vestimenta serán más duras para las mujeres que para los hombres: ellas, se les exigirá que vistan de manera “púdica”, ellos no estarán obligados a llevar puesta la abaya. Las mujeres, eso sí, podrán viajar solas. Además, las ciudades santas de Medina y La Meca se abrirán a los visitantes no musulmanes. Sí se mantendrá el veto sobre el consumo de alcohol.

Perspectivas ambiciosas y nuevos proyectos

Aprovechar al máximo el potencial cultural, tanto en el presente como en el futuro, es una de las estrategias que quiere promover el Gobierno saudí. Para 2030, las autoridades persiguen que su contribución al producto interior bruto ascienda hasta el 10%. Se espera atraer a 100 millones de turistas, tanto saudíes como de otros países, para esa fecha. Una cifra muy elevada que se enmarca en el proyecto ‘Visión 2030’ del príncipe heredero Mohamed bin Salman para modernizar la economía del país, poco diversificada. La necesidad de variar los ingresos se ha vuelto más acuciante desde los ataques con drones a las refinerías de Saudi Aramco estatal en Jeddah, que han dañado notablemente las finanzas nacionales.

Medios de comunicación ajenos a Arabia Saudí, sin embargo, han interpretado la maniobra del Ejecutivo desde un punto de vista más político; una señal de apertura que contribuya a lavar la imagen del régimen wahabita, dañada desde el caso Khashoggi. El Reino ha sido, asimismo, muy criticado debido a la vulneración de derechos humanos de las mujeres. A todas luces, los avances recientes son considerados insuficientes por las organizaciones feministas.

El turismo está, todavía, poco desarrollado en Arabia Saudí. Su principal atractivo, históricamente, ha residido en las peregrinaciones de ciudadanos musulmanes de otros países a La Meca. En la actualidad, el territorio saudí cuenta con cinco lugares designados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Todos ellos pertenecen a la categoría cultural -en oposición a la de patrimonio natural-: el sitio arqueológico de Al-Hijr-Madain Saleh, un yacimiento nabateo del siglo primero; el distrito de At-Turaif en Diriyah, una ciudad antigua a las afueras de Riad; el centro histórico de Jeddah, puerto de La Meca; las muestras de arte rupestre de la región de Hail, cuya antigüedad, en algunos casos, es de 10.000 años; y el oasis de Al-Ahsa, un rico paisaje cultural cercano a la costa del golfo Pérsico.

El renovado impulso que la Administración pretende inyectar al turismo se une a otras políticas puestas en marcha en los últimos meses, tales como la construcción de NEOM, la megaciudad planeada en la costa oriental del golfo de Aqaba, o Qiddiyah, una ciudad pensada para el entretenimiento cerca de Riad aún en proyecto. En 2017, además, comenzó un proyecto para acondicionar como balnearios 50 islas vírgenes situadas en el mar Rojo.

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