¿Cómo se hace?
Limpieza

Los pasos para limpiar las gafas sin que los cristales se estropeen

Con el uso, la suciedad y el polvo se acumulan en tus gafas. Esto te impedirá ver correctamente a través de ellas, y podría causar un daño irreparable, por lo que deberías aprender a limpiar las gafas sin que los cristales se estropeen. Es un procedimiento extremadamente simple. Sólo te hará falta un poco de agua tibia, un jabón o detergente suave y un limpiador de lentes que puedes comprar en cualquier tienda o supermercados.

Recuerda limpiar tus gafas regularmente, ya que no sólo se ocupan de proteger tus ojos de las amenazas externas sino que están en contacto permanente con elementos que podrían deteriorarlas como el sudor y los aceites de tu piel.

Sumados, por supuesto, al polvo y la suciedad que haya en el ambiente en el que suelas moverte. Hacerlo te permitirá mantener una visión perfecta, algo importante si vas a conducir el coche o dependes de tu capacidad de observación.

Limpiar las gafas sin que los cristales se estropeen es fácil

Lo primero que tienes que hacer es lavar tus propias manos. Será imposible lavar las gafas si tus manos están sucias. Al lavarlas, te aseguras de que no se transfieran bacterias o virus de las manos a las gafas y evitas que la grasa que se adhiere a ellas a lo largo del día acabe en sus cristales.

De lo contrario, es posible que tus gafas acaben manchadas aunque te tomes la molestia de limpiarlas tiempo. Déjalas a un lado, y lávate las manos a conciencia.

A continuación, la forma más fácil de limpiar los cristales de tus gafas es lavarlas con agua tibia y un jabón o detergente suave, como puede ser el típico jabón que tenemos en casa para lavarnos las manos.

Aplica un poco en tus dedos y frota suavemente las lentes para crear espuma, teniendo cuidado de no frotar demasiado fuerte para no rayar los cristales. Después de enjuagar las lentes con agua fría, usa un paño de microfibra para secarlas. ¡Hazlo con cuidado!

Alternativamente, por ejemplo si no estás en casa, puedes rociar ambos lados de tus gafas con un líquido limpiador de lentes especializado para mantenerlas limpias y minimizar el riesgo de rayones.

Frota suavemente los cristales con un paño para gafas, eliminando la solución mientras limpias. Utilizar un limpiador especializado tiene una ventaja, y es que se seca sólo por su contenido de alcohol. Es decir que no tendrás que secarlo tras usar un paño de microfibra.

Errores comunes al limpiar las gafas y proteger los cristales

A pesar de que puedes ahorrar tiempo, evita limpiar tus gafas con toallas de papel, paños de cocina o la ropa. Todos estos objetos están sucios, y pueden dejar partículas de polvo o suciedad en los cristales provocando pequeños «microarañazos» que podrás ver si las pones a trasluz.

Deshacerte de los microarañazos resulta bastante complicado, sino imposible, así que tómate diez segundos para limpiar correctamente los cristales de tus gafas y mantenerlos como nuevos.

Es conveniente que, si no sabes de qué está compuesto el jabón, no recurras a él. Los jabones y limpiadores con amoníaco y otros químicos fuertes pueden destruir los recubrimientos que tienen las gafas y exponer tus ojos a los rayos solares y otros factores externos. En esas situaciones, limpia con agua tibia.

Finalmente, el truco de exhalar aire caliente sobre las gafas para empañarlas y secarlas es contraproducente. No hace más que generar manchas.

¿Cómo limpiar las monturas de las gafas sin estropearlas?

Muchas veces nos olvidamos injustamente de las monturas, y es otro error. Debes limpiarlas porque allí el polvo y la suciedad que se juntan allí propician que aparezcan bacterias y virus que podrían producir enfermedades.

Con agua tibia, un jabón o detergente suave y un paño limpia las monturas despacio, siempre sosteniendo el costado de las gafas con firmeza para que no se doblen ni se deformen. Como al limpiar los cristales, lava tus manos antes de limpiar la montura.

Una vez que estés satisfecho con la limpieza de la montura de tus gafas, debes secarlas con un paño de microfibra que no tenga pelusas ni restos.

Si notas que sigue habiendo polvo en los espacios entre los cristales y las monturas, alrededor de las bisagras, puedes limpiar la zona con un cepillo de dientes. Sé precavido y hazlo cuando tengas tiempo libre, procurando no tocar los cristales con las cerdas del cepillo en las áreas donde se unen con la montura.

Normalmente, la suciedad y el polvo que se acumulan allí suelen ser los más rebeldes, por lo que esta parte del procedimiento es más ardua.

El spray limpiador de gafas, la mejor opción

Si llevas tus gafas puestas todo el día, los sprays son ideales por su tamaño compacto y lo sencillo que es aplicarlos para limpiar los cristales de tus gafas. Cuestan unos pocos euros e incluyen un paño de microfibra de un material que no daña los cristales, por lo que es una inversión que bien vale la pena.