¿Cómo se hace?
Escudos

Cómo hacer un escudo paso a paso

Escudos y espadas fueron dos objetos tradicionales en aquellos tiempos de las batallas medievales. Por suerte, ahora estas armas no nos hacen falta para sobrevivir, pero sí para divertirnos con nuestros niños en casa, simulando combates y creando algunas versiones en casa. Aprende a hacer un escudo paso a paso.

No importa si debes hacer esta tarea para el colegio, o si sólo quieres darle un toque diferente a un fin de semana lluvioso. Con este tutorial van a pasárselo en grande.

Cómo hacer un escudo paso a paso

Si quieres ponerte a fabricar tus propios escudos y espadas, requerirás de algunos materiales clave. Por ejemplo, de cartón, cartulinas de colores, tijeras aptas para cartón, pegamento blanco escolar, papel aluminio, y cintas de colores; atendiendo en esos tonos, siempre, a los que vayas a utilizar.

Una vez que dispongas de los materiales antes mencionados, deberás dibujar el escudo en el cartón. Piensa que debe tener un tamaño adecuado como para que tu hijo lo sujete, acorde a su altura. Aproximadamente, la pieza tendría que cubrir la parte superior del cuerpo del pequeño guerrero.

En Internet encontrarás numerosos diseños, aunque también puedes improvisar algunos exclusivos. Todo depende de cuál sea tu intención.

Con la silueta dibujada, usa las tijeras o un cúter para recortar su contorno poco a poco y, acto seguido, dibuja en su interior las zonas del mismo, según el color que vaya a llevar cada una. Ve colocando las cartulinas sobre los espacios y cortándolas, hasta completar todo el escudo.

Con las cartulinas sobre la mesa, aplica pegamento y pega los colores que caracterizarán al ejército.

Tienes que dejar que el pegamento se seque, lo que llevará unos minutos. Pero puedes pensar en usar cintas negras o papel aluminio para las juntas entre los colores. Así dará la impresión de que fue hecho en acero, hierro o bronce.

En este punto, si quieres puedes colocarle algunas estrellas, círculos u otros detalles al escudo. Nuestro consejo es que no exageres demasiado, ni tapes los colores, sino que dejes que se luzcan porque, después de todo, en la antigüedad era fundamental que esa defensa fuera observable desde lejos.

Tan sólo queda separar una tira de cartón que funcionará para agarrar el interior del escudo. Debes estirarla, doblar sus extremos hacia adentro, invertirla, y pegar los extremos doblados, quedando del lado del luchador con la finalidad de que sujete el escudo cómodamente al desplazarse.