Cómo eliminar las algas de un estanque sin dañar a los peces
Si tienes un estanque con peces, probablemente sabrás que la limpieza es esencial no sólo para que se luzca allí donde lo dejes, sino también para que estos animales tengan una buena calidad de vida. Y como parte de este proceso de mantenimiento, debes deshacerte de todos los residuos orgánicos de su interior. Cómo eliminar las algas de un estanque sin dañar a los peces.
Saber cómo eliminar las algas de un estanque sin dañar a los peces es clave para garantizar la salud y el bienestar de todos los integrantes de tu pecera. ¿Conoces cuáles son los pasos a seguir para deshacerte de estos desperdicios? Si eres cuidadoso y precavido, la tarea no te resultará compleja.
Así debes eliminar las algas de un estanque sin dañar a los peces
Lo primero a considerar es que existen diversas técnicas para eliminar las algas de un estanque, y deberíamos priorizar aquellos métodos que efectivamente garantizan la integridad física de los peces. Lamentablemente, no es raro que en el intento por limpiar su pecera algunos ejemplares se enfermen o mueran.
Remueve las algas con un rastrillo
El primer paso es quizás el más molesto de todos. Tienes que comprar un rastrillo para estanques, la herramienta ideal para remover las algas sin problemas. Pasando este instrumento por el fondo de la pecera las algas se irán desprendiendo poco a poco, y su recubrimiento de goma evitará el deterioro del fondo.
Evidentemente, procura no darle a alguno de los peces con el rastrillo. Si los golpeas puedes causarles una muerte instantánea y sumamente dolorosa.
Una vez que hayas movido las algas del fondo del estanque, puedes retirarlas del mismo con un cepillo firme. Debe ser de alambre para no rayar las piedras. Esta es una solución simple que no te llevará más que unos pocos minutos a la semana, pero que no impide que las algas vuelvan luego de un par de meses.
Añade paja de cebada
Hay materiales que pueden ser muy útiles en estas situaciones, como la paja de cebada. Ésta extermina las algas y sí impide que vuelvan en unos meses. Puedes comprarla en cualquier tienda de suministros agrícolas o de piensos, o incluso en supermercados, y aunque no tengas experiencia previa con ella aprenderás a usarla enseguida.
Sumerge un manojo de paja de cebada en el estanque, y espera a que flote cerca del centro y se descomponga. La paja, completamente descompuesta, libera sustancias que exterminan las algas naturalmente y sin poner en peligro a los peces que habitan en el estanque.
Para no correr riesgos, busca una presentación de paja de cebada fácil de manipular. Las hay en versiones líquidas, pellets o mini fardos.
No descartes las tabletas de bacterias
Si pretendes que la limpieza del estanque sea sencilla y que no haya riesgos de provocar inconvenientes a los peces, las tabletas de bacterias que se venden específicamente para las peceras y estanques son una buena opción.
Lo interesante de esta alternativa es que se coloca dentro, sobre una planta o una piedra, encargándose las propias bacterias de las labores de mantenimiento y eliminación de algas. Eso sí, lee las instrucciones y asegúrate de que la tableta que has comprado sea la correspondiente para las características de la pecera. No todas las tabletas de bacteria son compatibles con todos los tipos de peces y agua.
Instala un aireador o una fuente
Si lo anterior no da resultado, los aireadores y fuentes pueden estimular el crecimiento de las bacterias que se comen los alimentos que necesitan las algas. Nuevamente, busca un aireador o fuente apto para los requerimientos del estanque.
La parte negativa de este truco es que el consumo de energía es mayor. ¿Cómo funcionan estos aparatos? Envían el oxígeno hacia la parte superior de la pecera, dejando a las algas sin el dióxido de carbono del que se alimentan.
Compra un esterilizador UV
Si estás dispuesto a gastar un poco más de dinero, puedes comprar un esterilizador UV. La luz ultravioleta mata las algas microscópicas verdes o planctónicas sin dejar que crezcan y acaben alterando el ecosistema del estanque. No te preocupes si al conectar el esterilizador UV el estanque se ve marrón o gris.
Transcurridos unos días, las algas muertas irán desapareciendo y lentamente el agua quedará cristalina. Reemplaza las bombillas una vez al año.
Echa peróxido de hidrógeno (H2O2) al agua
Este elemento químico afecta a las algas, destruyéndolas casi de inmediato. Es totalmente seguro para los peces en cantidades adecuadas, así que no temas. Revisa los porcentajes de hidrógeno diluido en agua y oxígeno, y échalo dentro del estanque pero lejos de los peces. Revuelve poco a poco para integrarlo.
El peróxido de hidrógeno es una buena idea, y es preferible a las sales de cobre; que pueden ser letales si se las manipula en cantidades incorrectas.
Tiñe el agua de azul
Finalmente, los tintes acuáticos han sido desarrollados para bloquear el contacto de las algas con la luz solar. Así retrasan su crecimiento y permiten controlarlas.
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