Historia
Descubrimientos arqueológicos

Un siglo de engaño en la egiptología: nos hemos creído una mentira sobre la hermana de Cleopatra

  • Manuel Morera
  • Periodista y fundador del pódcast V9, el programa de F1 más escuchado de España. Universidad de Valencia y Radio 3. Anteriormente en ElDesmarque, Levante TV y Las Provincias.

Hay pocos personajes más estudiados en la historia de la humanidad que Cleopatra. Por ello, todo lo que rodea a su figura y a su familia suele levantar una gran expectación entre egiptólogos y arqueólogos.

Durante décadas los historiadores especularon con la posibilidad de que los restos de su hermana, Arsinoe IV, descansaban en la tumba del Octágono de Éfeso, en Turquía.

Por desgracia, una nueva decepción ha vuelto a envolver a la egiptología. Cuando más cerca se veía la posibilidad de que esto fuera cierto, un estudio publicado en Scientific Reports ha desmentido que el cráneo hallado en la zona pudiera pertenecer a Arsinoe IV.

¿Qué ha pasado entonces? La investigación liderada por el antropólogo Gerhard Weber, de la Universidad de Viena, ha determinado que el cráneo analizado no pertenece a una mujer aristocrática de la dinastía ptolemaica, sino a un niño de entre 11 y 14 años con serios trastornos de desarrollo.

El tremendo error de los arqueólogos con la hermana de Cleopatra

Por increíble que parezca, darse cuenta del error nos ha llevado casi 100 años. El cráneo en cuestión fue descubierto en 1929 en una de las calles más prominentes de Éfeso, la de los Curetes, dentro de un sarcófago sin objetos valiosos.

Josef Keil, el arqueólogo austriaco responsable de la excavación, atribuyó los restos a una mujer joven de alta aristocracia basándose en una nota amarillenta hallada en la tumba, que hacía referencia a un Heroon o tumba heroica.

Pero no fue hasta 1990 cuando nació la hipótesis de que los restos podían pertenecer a Arsinoe IV, la hermana de Cleopatra VII, quien fue ejecutada en esta ciudad en el año 41 a. C.

¿El cráneo es de la hermana de Cleopatra o de un niño con deformidades?

Aunque esta teoría fue dada por cierta durante años, los avances tecnológicos han permitido a los arqueólogos desmentirla.

Gracias a los avances en antropología y arqueología forense, los investigadores sometieron el cráneo a una microtomografía computarizada de alta precisión con una resolución de 80 micrómetros, lo que permitió crear una réplica digital detallada.

En un primer momento pensaron que podía tratarse de los restos de Cleopatra, ya que las fechas coincidían. Sin embargo, las muestras genéticas tiraron todo por tierra: el cráneo pertenecía a un varón de entre 12 y 14 años.

«El análisis morfológico indica que el niño presentaba deformidades graves, incluyendo una sutura craneal prematuramente fusionada y una mandíbula superior subdesarrollada», explicó Gerhard Weber en el estudio publicado en Scientific Reports.

La nueva incógnita arqueológica sobre la tumba de Éfeso

El hallazgo no sólo refuta la teoría de que la tumba pertenecía a Arsinoe IV, sino que también abre un nuevo misterio: ¿quién era este niño y por qué recibió un entierro tan prestigioso en un monumento de claras influencias egipcias?

El hecho de que un menor con serias deformidades fuera enterrado en una estructura monumental sugiere que pertenecía a una familia de gran relevancia social. Sin embargo, los registros históricos no mencionan ninguna figura con estas características en la élite de Éfeso.