Historia
Reyes de España

Los reyes más polémicos de España

A lo largo de la historia de España ha habido reyes que han generado polémica y debate en la sociedad. Aquí te contamos algunos casos.

Listado de los reyes de España

Reyes locos de España

Enigmas de la figura de Felipe III

  • Francisco María
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En la historia de la monarquía española han pasado por el trono un gran número de reyes que se distinguían, entre otras cosas, por tener personalidades y gustos diferentes y peculiares. Muchos de ellos no sobresalieron por ser brillantes y ejemplares gobernantes, sino por sus peculiaridades y excentricidades. Los reyes más polémicos de España tenían problemas mentales o eran simplemente malvados y sus comportamientos atemorizaban a sus súbditos o enloquecían. También hay otros casos envueltos en la corrupción, política y económica.

Algunos nombres a recordar

Fernando VII “El deseado” (1784 – 1833)

Fernando VII “El deseado” lidera la lista de los reyes más polémicos de España. Desde joven mostraba ser ambicioso, resentido y carente de escrúpulos. A pesar de tener un carácter despótico y modos dictatoriales, adquirió una gran popularidad entre el pueblo, la cual perdería a consecuencia de sus traiciones y felonías.

El también llamado “Rey felón”, protagonizó uno de los episodios más vergonzosos de la historia española contemporánea al obligar a su padre a abdicar y ceder el trono de España a Napoleón Bonaparte y su hermano. Durante la Guerra de la Independencia, Fernando VII permaneció “retenido” en el castillo de Valençay en medio de lujos, mientras su popularidad crecía.

Una vez terminada la Guerra de la Independencia, se atribuye a sí mismo los méritos del triunfo y decreta la nulidad de la Constitución de Cádiz, tras simular su apoyo y deshace todas las medidas liberales importadas de Francia. Todo ello sin percatarse de las leyes y normas para imponer su voluntad.

No conforme con ello, solicitó a Napoleón casarse con una de sus sobrinas para ganarse su beneplácito y cambió en numerosas oportunidades sus ideas políticas con el objetivo de perpetuarse en un poder que ansiaba. Tuvo cuatro esposas y muchos problemas para engendrar un heredero al trono, por lo que no le quedó otra opción que transmitir el cargo a su hija Isabel II, sin importarle la cruel guerra civil que ello provocó.

Felipe V “El animoso” (1683- 1746)

Felipe V fue el primer monarca Borbón que reinó en España y uno de los más polémicos de dicha dinastía. A pesar de haber sido un hombre culto y abierto de mente, era maniaco depresivo y vivía obsesionado con la muerte y la enfermedad. Debido a sus peculiaridades y vaivenes en sus estados de ánimo, no fue capaz de gobernar por sí mismo, por lo que siempre estuvo rodeado de políticos que lo guiaban.

De acuerdo a los historiadores, comía muy poco porque según él todo le sentaba mal, dormía de día y reunía a la corte de madrugada y se negaba a cambiarse de ropa porque pensaba que podía ser envenenado por medio de ella.

En ocasiones, Felipe V alucinaba creyendo ser una rana y se comportaba como tal en el palacio, además era ciclotímico pues pasaba de estar en cama a hacer una actividad sin freno. Otro de los aspectos polémicos del Bordón era su fervor sexual y su constante obsesión con la muerte.

Carlos II “el Hechizado” (1661 – 1700)

El rey Carlos II fue el rey más repudiado de la historia de España, tanto por su nefasto reinado, como por sus problemas de salud y peculiaridades. Apodado como “el Hechizado”, Carlos II tenía un aspecto físico poco agraciado, pues era sumamente delgado, lo cual le hacía ver débil y enfermizo. Sufría de raquitismo, tenía diversas anomalías (bajos niveles de testosterona y genitales pequeños) y padecía el síndrome de Klinefelter, una alteración cromosómica que le impidió tener hijos y, por tanto, dejar un heredo al trono.

Dado su estado enfermizo, no estaba en facultades mentales para gobernar, por lo que su poder también estuvo en manos del duque de Medinaceli y el conde de Oropesa.

Juana “la Loca” (1479 – 1555)

Juana I de Castilla, popularmente conocida como Juana la Loca, era una mujer inteligente, aprendió a hablar latín y poseía notables aptitudes para la música, pero su ánimo y estado mental se vio alterado por una serie de fallecimientos en su familia. Primero murió su hermano mayor Juan, un año después falleció su otra hermana mayor y al poco tiempo su pequeño sobrino. Todos estos acontecimientos la convirtieron en la única heredera de las coronas de Castilla y Aragón.1

Para muchos, Juana I era demasiado inestable para confiarle el gobierno. Entre las tantas actitudes y excentricidades que tenía Juana la Loca resaltaba, sobre todo, el miedo irracional a que su esposo, Felipe “El Hermoso”, la engañara. Desde su enlace matrimonial, se enamoró profundamente de él, por lo que quería evitar a toda costa que otras mujeres se acercasen a él, incluyendo a la servidumbre.

Después de la muerte repentina de su esposo, Juana continuó abriendo su ataúd para verlo e incluso besarlo, aun cuando su cuerpo se encontraba en descomposición. Y no permitía que las mujeres se acercaran a su cadáver, aunque fueran monjas.

Alfonso XIII (1886-1931)

Alfonso XIII fue el último rey de España antes de la proclamación de la Segunda República. Durante su reinado, se produjeron episodios como la Semana Trágica de Barcelona o la dictadura de Primo de Rivera, que generaron un clima de inestabilidad política en el país. Además, su papel durante la Primera Guerra Mundial y su apoyo a dictadores como Miguel Primo de Rivera han sido objeto de críticas por parte de la historiografía.

La monarquía española sigue siendo un tema de controversia en la actualidad, y será interesante ver cómo evoluciona en los próximos años.

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