Historia
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Hércules y sus 12 pruebas

Hijo de Júpiter con la mortal Alcmena, entre lo divino y lo mortal, Hércules en la mitología romana se considera uno de los héroes más famosos de la historia antigua. Las hazañas de este semi-dios vinieron por el precio que tuvo que pagar por la matanza de sus hijos y su esposa.

Hércules se cansó de la princesa Megara, la hija del rey de Tebas. En un ataque de locura, provocado por Juno, mató a su esposa, a sus tres hijos y dos de sus sobrinos. Para redimirse de tan atroz crimen, consultó al oráculo de Delfos para expiar su matanza.

El oráculo lo mandó a las órdenes del rey Euristeo que, ante la posibilidad de que en futuro Hércules le quitara el trono, le encargó 12 trabajos, cada uno más complicado que el anterior.

Según el ‘Cronicón’ de Estridón, Hércules completo sus 12 pruebas el año 1246 a.C.

Las 12 pruebas de Hércules

León de Nemea

El primer trabajo que se le encomendó a Hércules fue matar al león de Nemea y despojarlo de su piel. Era una bestia que atemorizaba la Argólida.

Después de lanzar todas sus flechas, el héroe se enfrentó cuerpo a cuerpo a Nemea y le partió la cabeza con su maza. Después consiguió ahogarlo y después cubrió su piel como coraza.

Hidra de Lerna

Una gigantesca serpiente de múltiples cabezas se escondía en la laguna de Lerna. Si le cortaban alguna de sus cabezas, nacían otras dos, y sembrara el pánico entre los seres vivos del lugar.

Hércules tuvo la ayuda de su sobrino Yolao. Mientras el héroe cortaba cabezas, Yolao cicatrizaba los muñones para que no pudieran salir más.

Después de muerta, mojó sus flechas con sangre de la hidra para dotarlas de veneno.

Cierva del monte Cerineo

El tercer trabajo de Hércules lo llevó al monte Cerineo. Debía capturar a la cierva consagrada por Artemisa. El héroe estuvo un año persiguiéndola hasta que acabó agotada y pudo capturarla.

Jabalí de Erimanto

Al igual que con la cierva, el jabalí de Erimanto fue perseguido por el héroe durante n tiempo, hasta que logró acorralarlo en un desfiladero.

Los pájaros de Estinfalia

El quinto trabajo de Hércules fue exterminar a los pájaros de Estinfalia. Estos pájaros tenía alas y pico de bronce y comían carne humana.

Consiguió que se espantaran y salieran a la luz para después abatirlos con sus flechas.

Establos de Augias

Esta nueva prueba consistió en un trabajo de limpieza. Estas instalaciones, pertenecientes al rey Euristeo, llevaban sin limpiarse más de 30 años. El héroe decidió cambiar el curso del río Alfeo para que el agua entrase en los establos de los bueyes.

Toro de Creta

Una de las pruebas más famosas de Hércules fue su séptimo trabajo. El héroe fue enviado pasado el Peloponeso para rescatar al toro de Creta, que iba a ser sacrificado por Minos.

Las yeguas de Diomedes

Las salvajes yeguas de Diomedes fueron trasladadas por Hércules gracias a que les dio de comer la propia carne de su dueño.

Cinturón de Hipólita

Hércules tuvo que viajar al reino de las Amazonas para conseguir el cinturón de Hipólita.

Las Amazonas se enfrentaron al héroe porque corrió el rumor de que quería secuestra a Hipólita. Al final murieron muchas Amazonas y la propia Hipólita.

Toros rojos de Gerión

Situados en los confines del mundo, el héroe romano tuvo que trasladar a estos salvajes toros de Gerión con la ayuda de Helios, que le dejó la copa para trasladarse por el firmamento.

Tras una cruel batalla contra Euritión y Orto, trasladó a los toros gracias a la copa de Helios.

Manzanas del jardín de Hespérides

Las manzanas de oro de Hespérides fueron el penúltimo trabajo del héroe Hércules. Vigilado por Hespérides, unas ninfas y unas serpientes, que ayudó a matar a la serpiente si Hércules sostenía el cielo.

Consiguió las manzanas de oro que daban también la eterna juventud.

Llevar a Euristeo a Cerbero

La más famosa de las pruebas de Hércules fue la última. Hércules tuvo que enfrentarse a la muerte en persona y debía reducir a Cerbero, el guardián del inframundo, un perro de tres cabezas y cola de serpiente, con sus propias manos.

Allí pidió a Perséfone y a Hades que le dejaran a Cerbero. Cuando lo llevó ante Euristeo, decidió darle la libertad después de superar todas las pruebas, al comprobar que era capaz de todo.